Ayer moría Antonio Gasset, una de las personalidades más fascinantes y entrañables del periodismo cultural estatal del siglo XX, mucho más si nos ceñimos al mundo del cine.
Responsable de un espacio televisivo ya icónico como Días de cine, Gasset, como surgido de una película de Woody Allen, era un personaje en perenne crisis existencialista. Nihilismo irónico que exteriorizava con unas sentencias lapidarias que ya forman parte de la nuestra historia catódica. Recordamos sus 20 mejores sentencias.

Hasta el próximo programa. No sabemos ni qué día ni a qué hora nos pondrán, de modo que estén atentos


Cuando vuelvan de la publicidad me habré desnudado y me tiraré al mar

Y llegamos a la pausa en este programa del que tan orgullosos nos sentimos. No así de algunas compañeras de la 7ª planta de Torrespaña que fuman saltándose la norma que tanto nos beneficia a todos.

Ahora pueden ustedes hacer un montón de cosas aprovechando los interminables minutos de publicidad.

Sé que aguantarán a estas altas horas de la noche el momento de publicidad ya que al regreso tenemos un especial del salón del cine erótico de Barcelona…

Aprovechen la pausa para revisar su agenda de amigos, encontrarán que han malgastado su preciado tiempo y paciencia en conocer a un montón de ineptos, no se corten, cojan un boli y táchenlos.

Durante la pausa publicitaria, rezaré con la esperanza de que ninguno de sus hijos se haya presentado al casting de 'Operación Triunfo'.

Llegó la hora de la pausa… espero que puedan contener durante unos minutos los impulsos sexuales de sus parejas… si no puede ser, no puede ser… en cualquier caso volveremos después de la publicidad con el sector más casto de la audiencia.

Llegó la pausa, buena para vosotros porque así descansáis de nosotros.

Nos vamos con la esperanza de que ninguno se deje llevar por los fanatismos religiosos, políticos o sexuales: los primeros por no llevar a nada, los segundos porque el objeto de deseo suele ser un idiota de renombre y los últimos por las continuas frustraciones.

Sed buenos, y si por lo que fuera no podéis, seguid siendo malos, la diferencia es mínima.

Jeunet es el director de ese engendro, película para algunos -estaban equivocados-, ladrillo para otros -estábamos en lo cierto- que fue Amelie.

Ahora vamos con El Señor de los Anillos, película basada en un famosísimo libro… que yo no me he leído. Sin embargo, les diré como anécdota, que algunos de mis amigos tienen, en una estantería totalmente vacía, junto con su foto de sus vacaciones en Calasparra, un ejemplar de El Señor de los Anillos.

Tan guapa es la actriz como mala la película que ha venido a promocionar.

Se estrena estos días la película El último samurai, protagonizada por el exmarido de Nicole Kidman, único dato destacable de este actor llamado Tom Cruise.

Y ahora, si nos perdonan, vamos a hablar de cine español.

Para ir al cine con esta cartelera, hay que tener coeficiente intelectual negativo.

Aunque sea tarde, siempre es bueno descubrir que hemos perdido el tiempo junto a algún cretino o cretina.

Antes de despedirme, felicitar a todos los barcelonistas por el reciente título de Liga conseguido por mi equipo. En esta vida hay pocas cosas tan grandes como el Barcelona.

No os droguéis. Entre otras cosas, las drogas pueden producir alucinaciones estrafalarias. Un amigo mío, bajo los efectos de unas pastillas, creyó ver al presidente George Bush leyendo un libro.