El Govern ha inaugurado este lunes la programación de conmemoración de los 80 años de la Guerra Civil con un acto institucional en el Palau de la Música Catalana, al que han asistido el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y el conseller d'Afers Exteriors, Raül Romeva. También ha contado con la presencia de los líderes de Junts pel Sí, En Comú Podem, i la CUP, así como los dirigentes de la ANC y de Òmnium Cultural. Con esta iniciativa, la Generalitat quiere reivindicar los valores de la paz, la justicia y la reparación, tal como establece el artículo 45 del Estatut, que establece el deber de las instituciones de luchar por la memoria histórica.

Casals como referente

El 18 de julio de 1936 Pau Casals estaba ensayando la Novena Sinfonía de Beethoven con el Orfeó Gracienc y la soprano Conxita Badia, con el fin de interpretarla en la inauguración de la Olimpiada Popular. El ensayo fue interrumpido por el estallido de la guerra. Por eso, el acto de hoy se ha llamado "L'últim assaig" y ha rememorado aquel episodio con la colaboración de los actores Helena Miquel, Toni Sevilla y Maria Rodríguez, el Orfeó Gracienc, la Coral Càrmina y la Orquestra Simfònica del Vallès. También ha contado con una colaboración especial de la Elèctrica Dharma, que ha presentado un popurri de canciones populares y canciones republicanas.

Víctimas

El acto ha querido contar con presencia de testigos del 18 de julio, de la guerra y de la derrota. Algunos, gente de la calle, han expresado sus vivencias a través de una pantalla gigante. Otros testimonios de la guerra han llegado a través de la recitación de poemas y textos de escritores como Antonio Machado, George Orwell, Mercè Rodoreda, Teresa Pàmies o Pere Calders. También se ha dado voz a los miembros de las organizaciones dedicadas a la memoria histórica. En el acto se ha criticado la transición como la "institucionalización de la desmemoria", y se ha querido agradecer a aquellos que se han mantenido firmes como testimonios de los tiempos pasados. El acto también ha querido tener un recuerdo para las víctimas de las guerras actuales, y se ha clausurado con un canto a la hermandad humana, la Novena Sinfonía de Beethoven, que Casals no pudo interpretar en la inauguración de la Olimpiada Popular.

El 18 de julio del Ajuntament

El Ajuntament también ha preparado su propio programa de actos para el 18 de julio. A las 19h30, en once escenarios repartidos por la ciudad, se han celebrado actos poéticos y musicales. Se ha querido llegar a todos los distritos, porque se pretende que en todos ellos perdure el recuerdo de aquellas personas que lucharon por la paz y la libertad. en los actos se ha leído la Oda en Barcelona de Pere Quart (Joan Oliver) y se ha interpretado la Oda a la alegría de Beethoven, la obra que Casals no pudo acabar de interpretar en el Palau en 1936. Además, el martes 19, en el Portal de l'Àngel, se desplegará una exposición fotográfica conmemorativa de la Olimpiada Popular. Y en 520 columnas publicitarias repartidas por la ciudad se ha colgado la declaración "Vull la pau, pero no l'oblit", elaborada por el Ajuntament con la colaboración de diferentes entidades memorialistas.

El Memorial Democrático, con la Olimpiada Popular

Estos días, el Memorial Democrático también ha querido conmemorar la organización, en Barcelona, en 1936, de la Olimpiada Popular. Este encuentro deportivo se planteaba como una alternativa democrática a los Juegos Olímpicos de Berlín, escaparate del nazismo. Tenía que celebrarse del 19 al 26 de julio de 1936, pero se tuvo que suspender por el estallido de la guerra. Algunos de los atletas invitados se sumaron a las fuerzas republicanas. En recuerdo de aquella iniciativa, el Memorial Democràtic ha organizado una colgada de los carteles que se hicieron por aquella ocasión, con gente que estuvo involucrada. Entre los participantes en la iniciativa, hay miembros del Club Carion, de Londres, la organización ciclista más antigua del mundo, que hace 80 años también se sumó a la Olimpiada Popular.