Ese fue el mensaje que envió Clint Eastwood al mundo en la madrugada histórica de hoy. Donald Trump es el nuevo presidente de Estados Unidos. La victoria completa de los republicanos (el Senado y el Congreso son suyos) ha producido una conmoción en los mercados. El Ibex está bajando un 4% en la apertura, como el Eurostoxx.

"Todo el mundo a casa", dijo el jefe de campaña de Hillary Clinton mientras Trump iniciaba su mandato con un discurso conciliador: "es hora de curar las heridas de la división", afirmó.

Ello no impidió que arrancara una vertiginosa carrera hacia los valores refugio, como los bonos de EEUU, Alemania y Japón. El dólar retrocedía un 3,6% frente al yen. El Nikkei ha cerrado con unas pérdidas del 5,36% al tiempo que la Bolsa de Shanghai caía un 0,62%.

Tras un final electoral de infarto, donde Trump se impuso en Pensilvania, Florida, Ohio, Virginia o Carolina del Norte, apoyado por trabajadores americanos y de las minorías, en los mercados financieros se pusieron en marcha mecanismos de protección ante el temor a fuertes descensos. El peso mexicano, que ha actuado como barómetro en contra de las posibilidades de Trump, se ha hundido.

Expertos han juzgado que Wall Street puede perder hoy un 10%, con los bancos y el sector de energía en primer término. El Brent ha retrocedido un 3%, hasta 45,09 dólares. 

Falta concreción en las medidas que va a tomar Trump, pero sus propuestas a favor de imponer aranceles sobre el comercio y leyes más estrictas sobre la inmigración inquietan a las multinacionales americanas y a muchas empresas en EEUU y en el resto del mundo. 

En el Ibex, el sector bancario puede vivir momentos similares a los que sufrió con el Brexit, pero la velocidad de recuperación es una incógnita. El BBVA es un valor que puede sufrir el impacto de su presencia en México. El hecho de que es posible que la Reserva Federal no suba los tipos de interés en diciembre puede amortiguar el shock de los mercados. Los futuros del S&P caen un 4,2%. Comenzamos una nueva fase histórica.