El mundo al revés. El Ibex ha retrocedido después de que Mario Draghi indicara que no sólo el BCE mantendrá su política de estímulos, basada en la compra de deuda pública privada, sino que la aumentará si es necesario. Es decir, que no elimina un empeoramiento de la situación sino que, además, ofrece un seguro de cobertura por si empeora. 

Esta propuesta ha gustado a algunos en el mercado de divisas, donde el euro ha subido hasta 1,1630 dólares, señal de que nadie cree ya en la reinflación de las economías basadas en un crecimiento fuerte.

Desgraciadamente, para los mercados europeos, donde la confianza de los consumidores propios ha caído (el 0,4%) así como el saldo de la balanza por cuenta corriente (un 2,3%), tener una divisa más fuerte no es positivo porque frena sus exportaciones, con lo que las bolsas europeas han caído.

A media sesión, el Dow Jones también descendía, el 0,25%. Los mensajes del Banco de Japón y del BCE a favor de mantener las muletas a las economías ha incrementado las dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica global, aun cuando los resultados empresariales sean buenos ya que pueden empeorar en adelante.