El Ibex y el Eurostoxx han empezado la sesión con una subida del 0,4%, rebotando tras la caída de ayer influida por el fuerte descenso del Dow Jones y los magros datos procedentes de Alemania referidos a las expectativas presentes y futuras de sus hombres de negocios.

En el ambiente de volatilidad en el que han entrado las bolsas, hoy los mercados podrían verse empujados al alza si se produce la confirmación de la compra de Monsanto por Bayer. El precio pactado sería de 66.000 millones de dólares, a razón de 127,50 dólares por acción. De cerrarse, estaríamos ante una de las grandes operaciones del año. Con consecuencias políticas, como las negociaciones del TTIP, incluidas. 

Mientras, el Nikkei ha caído un 0,69% al caer la producción industrial japonesa un 0,4%. El Gobierno de Abe prevé emitir deuda a 40 años para estimular la economía a través de la fabricación de trenes de alta tecnología.

En la eurozona se conocerá la evolución de la producción industrial de julio. El buen dato de empleo ayer avanzó mejoría, pero hay que tener en cuenta también los factores estacionales.

El petróleo Brent ha subido por la noche hasta 47,42 dólares tras sufrir la víspera un retroceso del 2,5% después de que la AIE indicara que se ha caído la demanda mundial de crudo. Como hoy se conocerán los inventarios de petróleo en EEUU, y la última referencia fue muy baja, se espera que los datos estimulen los precios.

Luis de Guindos, que hoy presenta su libro "España amenazada", tras comparecer ayer ante una comisión parlamentaria por el caso Soria, ha insistido en que hay que ajustar los presupuestos para evitar una multa de 5.000 millones de euros por parte de Bruselas.

En Wall Street, donde los futuros del S&P suben un 0,18%, los inversores y analistas  empiezan a ver en la mejoría de las ganancias corporativas la clave para encontrar un apoyo a los mercados. Una señal que indica una cierta inclinación a volver a la esencia de las bolsas, que van en teoría precisamente de eso.