Por las tardes, caída. No siempre ocurre así, pero es una tónica habitual del Ibex desde la victoria de Donald Trump. Esta vez la causa ha sido la toma de beneficios producida en Wall Street tras subidas consecutivas en las últimas jornadas y que han llevado al Dow Jones a máximos históricos.

El fuerte aumento en EEUU de los inventarios de petróleo, que han subido a 5,274 millones de barriles, han dado la señal de caída general. Además, la Agencia Internacional de la Energia (AIE) ha instado a la OPEP a no intervenir en el mercado de petróleo a través de comentarios sobre una reducción de producción. Esta tarde el tipo Texas caía casi un 1%, hasta 45,39 dólares.

En Wall Street, era la banca la que lideraba los descensos. El gurú Bill Gross ha dicho que los recortes de impuestos y el aumento del gasto en infraestructuras no estimularán el crecimiento. Y ha sentenciado: "No habrá un nuevo mercado alcista con Trump". 

El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, ha remachado el clavo señalando por su parte que "es el momento para subir los tipos de interés". 

En el Ibex ha sido la banca igualmente el sector más castigado en la sesión mientras Telefónica ha logrado reducir sus pérdidas tras decidir la venta del canal argentino Telefe por 322 millones de euros. A la inversa, el Santander ha anunciado su intención de recomprar el 50% de su división de gestión de activos Santander Asset Management, valorado en 2.047 millones de euros cuando en 2003 lo vendió a los grupos de capital riesgo Warburg Pincus y General Atlantic.

Ante el relativo desconcierto que se percibe en la zona euro, la Comisión Europea ha propuesto una expansión fiscal "moderada", de 50.000 millones de euros para 2017. El euro ha caído a 1,0673 dólares. Una semana después de la victoria de Trump, las medidas de estímulos parecen cruzar el Atlántico a la misma velocidad que se percibe la fuerza de la volatilidad.