El Ibex ha cerrado sin dramatismos a la baja, siguiendo la tónica de la apertura. Es decir, con pérdidas suaves, pero sin ser susceptibles de recuperación a corto plazo. La indefinición que domina ahora el entorno bursátil impone esa prudencia. 

ING prevé reducir 7.000 puestos de trabajo e incrementar su posición en el negocio digital. Hoy, la Bolsa de Frankfurt estaba cerrada por festivo, pero las dudas castigaban a algunos valores bancarios europeos a causa del Deutsche Bank, que retrocedía en EEUU cerca de un 3%. Sin los contrapesos de la realidad próxima, todo parece moverse entre la ubicuidad y los fundamentales. El Santan logró subir moderadamente.

El Brent llegó a los 50 dólares, con lo que OHL se puso en la cabeza del pelotón de alzas del Ibex, donde asimismo destacó Indra. Almirall también sube gracias a avances en sus ensayos clínicos. Telefónica se sumó a las alzas gracias a sus empeños por salir del punto muerto en que estaba.

En lo político, el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, eludió hoy hablar de la abstención en el proceso de formación de Gobierno, si bien indicó que unas terceras elecciones no son una buena alternativa. 

En lo que respecta a los PMI, que eran la clave de la jornada, China, con un 50,4% (signo de crecimiento a partir de 50 puntos), la zona euro, con 52,16 y EEUU alcanzando los 51,5 han trasladado al FMI, que celebra esta semana reuniones en la cumbre, datos positivos para contrastar con los suyos, más bien negativos.

 Wall Street no marca posiciones claras cuando mira más allá. Nadie lo tiene muy claro antes de que lleguen los resultados empresariales.