Aramco, número uno mundial del petróleo, ha comenzado los preparativos para entrar en bolsa. La operación, prevista para el año que viene, va a ser sonada. Se va a privatizar el 5% de su capital entre los grandes mercados bursátiles. La venta de la joya de la corona saudí trae de cabeza a los mercados financieros.

La compañía tampoco está quieta. Según informó el 2 de mayo la holandesa Shell, Aramco se ha hecho con el 100% de la refinería Port Arthur, la más grande de EEUU. Con el control de Port Arthur, Arabia Saudí puede exportar más petróleo para refinar a Estados Unidos. En enero, Arabia Saudí colocó allí 1,3 millones de barriles diarios y es, detrás de Canadá, el mayor exportador de crudo en ese mercado. Ahora con Port Arthur amplía su capacidad y radio de acción ya que esta refinería situada en el Golfo de México tiene capacidad para procesar 600.000 barriles diarios.

La venta de la joya de la corona saudí trae de cabeza a los mercados financieros

Respecto a la privatización, que es, junto con los precios, el tema más comentado en las cumbres y reuniones internacionales de esta industria, las estimaciones más altas sitúan el valor de Aramco en dos billones de dólares. En ese caso, el 5% abierto a los inversores representarían 100.000 millones de dólares, lo nunca visto. 

"La operación ya está en marcha", ha afirmado Amin Nasser, consejero delegado de la compañía, que ha confirmado la fecha de salida. "Nosotros respetamos el calendario, esto es, 2018".

La historia de Aramco se confunde con la del reino saudí creado en 1932. Inicialmente supervisado por EEUU, el gigante fue totalmente nacionalizado en 1980. La compañía representa el 30% del PIB del país, el 70% de los ingresos presupuestarios y el 90% de las exportaciones. Su evolución tiene tanta importancia desde el punto de vista político, como económico. De sus arcas salen recursos con los que se financian también hospitales, escuelas y otros programas sociales.

La compañía representa el 30% del PIB del país, el 70% de los ingresos presupuestarios y el 90% de las exportaciones

Pero la caída del precio del barril advirtió a Ryad la necesidad de reducir su dependencia del oro negro y diversificar sus recursos y actividades. El príncipe heredero, Muhammad bin Salman, dijo el año pasado a The Economist que "estoy personalmente entusiasmado con este paso". 

El objetivo es diversificar la economía con ingresos no petrolíferos, procedentes de la minería, el sector inmobiliario, la expansión del turismo y otras actividades. "Creemos que podemos llegar a un punto en que los otros ingresos asciendan a 100.000 millones de dólares en los próximos cinco años", agregó el príncipe, quien dijo contar con "una red económica global".

El objetivo es diversificar la economía con ingresos no petrolíferos, procedentes de la minería, el sector inmobiliario, la expansión del turismo y otras actividades

Para la colocación de la salida a bolsa, nadie quiere quedar atrás. Theresa May se cuidó en su viaje a Arabia Saudí de proponer la bolsa de Londres. En Nueva York se espera superar la histórica presentación en 2014 del poderoso grupo de Internet chino Alibaba, que fue un gran éxito. Asia no quiere quedar fuera. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha pedido en Ryad apoyos para la candidatura de la bolsa de Tokio, y Hong Kong quiere también su parte.

El caso es que la familia real saudí siempre ha tenido una querencia especial por Andalucía, principalmente en la época estival. De modo que los responsables de la bolsa del Ibex deberían pensar en acercarse a Málaga cuando llegue el deseado verano.