El Ibex se ha sumado a la línea bajista que ha dominado hoy en los mercados globales a la vista de las tensiones geopolíticas. El G-7 está presionando a Rusia para que aísle al presidente de Sirai, Al Asad, mientras Kim Yong prosigue sus amenazas balísticas en la península coreana.

Precisamente, hacia Corea del Norte se han puesto en marcha buques de regreso cargados con carbón devueltos por China, mientras Rex Tillerson, secretario de Estado americano, llegaba a Moscú para entrevistarse con Vladimir Putin.

En Europa, la producción industrial bajó inesperadamente en febrero un 0,3%, si bien subió el 1,2% en términos interanuales. Una expectativa más optimista la ha ofrecido el indice ZEW sobre la confainza empresarial en Alemania, que ha subido en abril a 19,5 puntos frente al 12,8% del mes pasado. A su vez, la previsión sobre inversiones ha ascendido a 80,1 puntos desde el 77,3 en marzo. Directivos de ZEW agregaron que "los expertos en mercados financieros esperan que continúe el desarrollo positivo". Por otra parte, en Francia, la volatilidad sobre las perspectivas de los resultados de las elecciones presidenciales crece.

En el Ibex, el Popular volvió a arrastrar en su fuerte caída al conjunto del sector bancario. En el lado de las ganancias han destacado Gamesa, Abertis, BNE, Técnicas Reunidas e IAG.

Wall Street se ha inclinado también hacia los descensos y ha optado por la toma de beneficios ante la multiplicación de disyuntivas de todo orden. El inicio de la temporada de presentación de resultados empresariales no está lejos.