Pekín no se conforma con la Ruta de la Seda en su intento de lograr el liderazgo de la economía mundial. Esta semana ha celebrado en Chiamen (sur de China) una reunión del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con el fin de crear un eje sur-sur y reclamar la consideración de ser "el gran motor de la economía global". Apoyándose en los números -el 40% de la población y el 28% del PIB planetario- Xi Jinping invitó al encuentro a México, Tailandia, Tayikistan, Guinea y Egipto. El objetivo era ofrecer la imagen de un prometedor mundo reconciliado como alternativa y contrapeso a las grandes organizaciones bajo influencia americana como el FMI y la OCDE. Pero, como se ha visto, los BRICS no son el molde sobre el que construir el futuro.

Sobre la base del surgimiento de poderes nuevos, el foco principal de las jornadas fue el modo de afrontar la política de la Casa Blanca guiada por el principio de "America First" y su renuncia a "participar en la cooperación internacional", según se expuso en las sesiones.

Los BRICS no son el molde sobre el que construir el futuro.

Sin embargo, 16 años después de que Jim O´Neill, exejecutivo de Goldman Sachs, encontrara este acrónimo, la situación de algunos de sus miembros es particularmente desalentadora. Brasil ha iniciado un programa de ventas masivas de empresas y recursos para salir del agujero en que cayó a causa de la corrupción. En 2016, su PIB retrocedió el 3,3%. En África del Sur, con problemas de luchas de poder internas graves, la progresión de su economía fue del 0,1%, según el FMI. Rusia, que bajó el 0,8%, se ha recuperado algo este año, en que se prevé un avance del 1,1%.

Ciertamente, casos aparte, son China y la India, que en 2017 crecerá un 7,6%, como el año pasado y un punto más que su vecino, pero sus relaciones siguen bajo presión. Los gigantes asiáticos cerraron recientemente un enfrentamiento fronterizo de 10 semanas en el Himalaya que reavivó los recuerdos de su guerra fronteriza de 1962.

En su proyecto de la Ruta de la Seda, China ha dejado fuera a India en beneficio de su rival pakistaní. En Xiamen, Nueva Delhi ha acusado a fundamentalistas islamistas de Pakistán de representar una amenaza universal.

"Los BRICS empezaban a jugar un papel creciente en la vida económica global; en materia geopolítica, están todavía en su infancia". 

Entretanto, Corea del Norte, país en el que el 83% de sus exportaciones se dirigen a China, de donde le llegan el 85% de sus importaciones, ha amenazado con el lanzamiento de nuevos mísiles, provocando la alarma general. 

Por si faltaran fuegos artificiales en el transcurso de las jornadas la moneda virtual bitcoin -impulsada y muy popular entre los chinos- se hundió un 11% después que el Banco Central de China declarara ilegal la oferta de la moneda, según la agencia Bloomberg.

Hace un año, Jim O´Neill dijo que los BRICS empezaban a jugar un papel creciente en la vida económica global, si bien en materia geopolítica, agregó, "están todavía en su infancia". Probablemente, su maduración será lenta ya que tentativas como las de Xiamen quizá sirva para redorar la imagen de sus dirigentes, pero no pasan de ser de onda corta.