Los inversores del Ibex obviarán esta noche cómo les va en bolsa para no cortar el rollo a sus amigos en la fiesta de San Juan. El Ibex ha perdido los 10.700 puntos en una sesión que había comenzado mal ante la ausencia de catalizadores que permitieran pensar en un repunte, y los PMI o indicadores de la evolución de las manufacturas tampoco han funcionado como factores equilibradores.

La industria en Europa no tiene la marcha que pretende Draghi, para quien hay "una nueva esperanza" tras los avances logrados en las reuniones del Eurogrupo hacia una una mayor integración a medio plazo. El euro ha subido a 1,12 dólares.

La clave de la atonía de los mercados es que no hay "drivers" o propulsores de tendencia o dirección de los mercados después de las dudas que han surgido sobre las tecnológicas y sobre las prometidas reformas de Trump.

Estos días los mercados han tomado como tótem sustitutivo al petróleo, pero les ha salido mal la apuesta aun cuando esta tarde el Texas avanzaba un 0,28% hasta 42,8657 dólares. El crudo forma parte de una compleja estrategia de negociación entre los países predominantes en la OPEP. Entre otras cosas, Arabia saudí y otros países del Golfo han exigido a Qatar que cierre la cadena de información Al Jazeera para frenar su influencia en la zona.

En Wall Street, las ventas de viviendas nuevas han sido superiores a lo esperado y el Dow Jones se mantenía plano a media sesión. En la actual fase de incertidumbre, el oro ha subido a 1.258,11 la onza. Su posesión siempre ofrece un cierto sentimiento de estabilidad.