Para Europa, comienza junto con el calor el desafío de la oleada creciente de refugiados económicos procedentes del continente africano. Ante la baja acogida por parte de los países de la UE, el G-20 ha lanzado esta semana un plan Marshall urgente para la zona promovido por Alemania.

La migración masiva hacia Europa, donde viven 500 millones de personas, es imparable. Ante el incremento exponencial de África, que tendrá 2.500 millones de habitantes en 2050, hay que contener desde ahora el flujo, con lo que se ha introducido en el núcleo de la agenda de las preocupaciones mundiales.

La estrategia es avanzar "con" África, no "para" África

En los encuentros celebrados el lunes y martes en Hamburgo, el objetivo ha sido buscar fórmulas para favorecer y sostener las inversiones privadas en la región. Los países de la UE favorables a la iniciativa apadrinarán a los emergentes. Así, Costa de Marfil, Túnez y Gana quedan en manos de Alemania, mientras que Marruecos lo será de España y Ruanda de Gran Bretaña. Otros países europeos están concernidos, como Francia. Akinwumi Adesina, presidente del Banco africano de Desarrollo, ha dicho que "la iniciativa debe permanecer abierta". Níger, Mali, Egipto y Etiopía han mostrado interés por su parte. La estrategia es avanzar "con" África, no "para" África.

Mark Mobius, de Franklin Templeton, fue uno de los pioneros del capital riesgo en el continente y ahora se muestra optimista sobre el futuro. El crecimiento de la zona, el 5% de promedio, atrae cada vez más capitales hacia los futuros campeones de la zona, como Costa de Marfil, Kenia o Etiopía. En 2006 se invirtieron 3.800 millones de dólares en 145 operaciones.

Diversificar es el leit motiv de las más de 200 sociedades que operan con objeto de minimizar riesgos, especialmente los de carácter geoestratégico.

La industrialización, donde el continente quedó rezagado desde los años 70 respecto al resto del mundo en desarrollo

Otra gran asignatura es la industrialización, donde el continente quedó rezagado desde los años 70 respecto al resto del mundo en desarrollo. El experto chino Jipus Vifu Lin afirma que "África necesita desesperadamente una revolución industrial, aunque sólo sea para crear empleos para su joven población, que crece rápidamente y así reducir la presión migratoria".

Y agrega: "Esto implica un papel crucial para los actores exteriores. No es extraño que China haya sido el primer país del G-20 en reconocer la importancia de la industrialización de Äfrica". Según Vifu Lin, "Pekín se prepara ya a deslocalizar 85 millones de empleos industriales desde países con salarios más elevados, comprendido China, hacia África".  

En el proceso de transformación del continente, China cuenta con Italia, con gran experiencia en pequeñas y medianas empresas, que pueden ser la base del desarrollo.

Hay otro agente externo interesado en el futuro de la zona: el Estado Islámico, que quiere, a partir de Nigeria, prosperar en Níger, Burkina Faso y Mali, para hacer frente a su rival Al Qaeda, muy poderosa en las regiones costeras de Argelia y Túnez.

 "Si la demografía dicta el destino de la Historia, los movimientos de población son el motor"

En la zona austral, Sudáfrica vive una crisis política y social sin precedentes desde la desaparición de Nelson Mandela, que ha arrastrado a una fuerte caída de su moneda nacional, el rand, mientras su deuda ha quedado en "bono basura".

Al mismo tiempo, se ha formado una clase media, que ayuda al desarrollo de la democracia; se ha extendido el uso de los móviles en las grandes ciudades y en los poblados, donde no siempre hay acceso a la electricidad.

Es un continente en que se puede aplicar alternativamente el axioma del vaso medio lleno o medio vacío, pero donde se cumple a rajatabla el juicio de Samuel Huntington, autor del "choque de civilizaciones", para quien "si la demografía dicta el destino de la Historia, los movimientos de población son el motor". Y no olvidemos que en África se inscribe el origen del mundo.