Ikea y Sonos han vuelto a unirse para extender el catálogo de productos SYMFONISK. Este empezó con dos productos que combinaban la funcionalidad de un mueble con el sonido de Sonos. Se hizo con una balda y con una lámpara. Ahora, esta funcionalidad se amplía con el lanzamiento de un cuadro que, en su parte trasera, lleva incorporado el altavoz de Sonos.

Este dispositivo, que dispone de Wi-Fi, está escondido detrás de un objeto decorativo. Esto se encuadra dentro de la filosofía de "tecnología invisible". El cuadro tiene unas dimensiones de 55 centímetros de altura, 40 cm de ancho y unos 5 cm de grosor en los que tiene cabida el altavoz. Tiene un peso orientativo de 3,5 kilos. Su precio es de 199 euros.

Disponible en blanco y negro

Por ahora, hay dos diseños disponibles: en color blanco y negro. Aunque no se puede personalizar con láminas, imágenes o dibujos propios, la superficie se puede intercambiar por otros diseños de Jennifer Idrizi, con un coste adicional de unos 35 euros.

En la caja, se incluyen dos accesorios: una especie de patas que se insertan en el lateral y una pieza que se atornilla en la pared, que ejerce la función de gancho sobre la que cuelga el cuadro.

 

En relación con el altavoz, el dispositivo tiene únicamente tres botones físicos (Play/Pause y un botón para subir y bajar el volumen). Paralelamente, cuenta con la salida del cable de electricidad del altavoz y un LED indicador. Además, tiene conexión Bluetooth.

Cómo configurarlo

Cuando ya tengas el cuadro en el sitio que creas conveniente, estos son los pasos que tienes que seguir para configurar el altavoz y que pueda funcionar plenamente. En primer lugar, debes descargarte la aplicación de Sonos para sincronizar dispositivos a través del Wi-Fi. Hay que acercar el teléfono al LED del cuadro y tener el NFC activo. Cuando ya esté conectado, con la tecnología TruePlay, el altavoz adaptará la acústica según donde esté ubicado para que la calidad del sonido sea la mejor posible. Eso sí, no dispone de asistente de voz.

Su coste, de 199 euros, es 20 euros más caro que la lámpara y 100 más que la balda.

 

Imagen principal: Cuadro en el que se camufla el altavoz de Ikea y Sonos. Ikea.