La búsqueda de un método que permita generar electricidad constante ha dado con un nuevo reactor de fusión que al parecer ofrece electricidad ilimitada.

Un hecho que hasta la fecha no se había podido lograr por cuestiones de seguridad, pero que al parecer el MIT y una empresa aliada han dado con la manera de cómo crear ese reactor de fusión nuclear.

El proyecto de MIT y la empresa Commonwealth

El Instituto de Massachussetts o MIT por sus siglas en inglés y la empresa Commonwealth Fusion Systems tiene como proyecto el desarrollo de un prototipo de reactor de fusión nuclear (SPARC) a través de confinamiento magnético,

El MIT aporta recursos para la investigación, mientras que la empresa Commonwealth Fusion Systems (CFS) se encarga de la construcción del reactor. Un dato curioso es que en este proyecto Jeff Bezos y Bill Gates forman parte como inversores.

Prototipo de reactor de fusión nuclear (SPARC)
Prototipo de reactor de fusión nuclear (SPARC)

Según uno de los representantes de CFS, esta colaboración entre varias entidades y personas son las que han dado lugar a este gran avance.

Esta tecnología de imanes revolucionara el mundo de los dispositivos de fusión, por el hecho de que este sería el primer reactor de fusión de energía netamente comercial.

Hasta ahora han indicado que es un reactor tipo tokamak y que tiene en su interior un plasma que cuenta con dos isotopos de hidrógeno, los cuales están involucrados en la reacción de fusión nuclear.

Estos átomos se unen para formar uno más grande en la fusión nuclear y, por lo tanto, liberan grandes cantidades de energía.

Para poder conseguir este proceso son usados reactores de fusión a 100 millones de grados para trasformar los isotopos en plasma.

Este plasma queda confinado por un campo magnético, de manera que este no entre en contacto con las paredes de la cámara de vacío.

En el caso de los imanes superconductores de alta temperatura y potencia, son los que se encargan de la desestabilización del plasma.

La ventaja es que la energía que estos requieren es baja en comparación con otros motores magnéticos, además de que funcionan sin resistencia.

Por el momento, el proyecto sigue en construcción y los fabricantes esperan demostrar el funcionamiento y la seguridad de este nuevo sistema de propulsión nuclear para el año 2025.