El pueblo de Gippsland, en el este de Australia, se ha visto especialmente afectado por las inundaciones del territorio, no solo por la crudeza del temporal en sí, sino por la consecuente visita de unos seres poco agradables: las arañas.

Estos animales han huido del agua, se han instalado a una zona más elevada y han dejado la hierba, los árboles y las señales de tráfico completamente cubiertos por telarañas gigantes.

 

Varios medios, como el diario The Guardian, ha recogido el testimonio de varios vecinos, que han definido la escena como "espeluznante". "Realmente no se puede ver en las fotos, pero hay arañas por todas partes. Es como miles y miles de arañas" ha asegurado a la Jena Beatson ante el enmendado medio.

Sin embargo, este hecho no es tan extraordinario como nos puede parecer. "Es un hecho semi-regular en Victoria [el estado donde se encuentra el pueblo] durante el invierno cuando obtenemos la mayor parte de nuestra lluvia", ha continuado Beatson.

Aunque se espera que el mismo viento acabe disipando las telas, hoy por hoy, los habitantes y posibles visitantes del territorio se encontrarán con grandes olas con un tono blanquecino cubriéndolo todo.