Las pifias del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con sus invitados a la Casa Blanca no tienen final. La última al trascender tuvo lugar durante esta primavera cuando recibió a los presidentes de Letonia, Estonia y Lituania, Raimonds Vejonis, Kersti Kaljulaid y Dalia Grybauskaite respectivamente.

Durante la reunión que mantuvieron los cuatro, el presidente norteamericano se refirió a las jefes de los ejecutivos no como báltico sino como presidentes del Balcanes. Además, Trump los acusó de haber iniciado la guerra de los Balcanes durante la década de los noventa, que provocaron la desaparición de Yugoslavia según ha informado el diario francés a Le Monde.

Trump, después de aleccionar a sus colegas balcánicos sobre los Balcanes, tardó más de un minuto en darse cuenta de que los había confundido y disculparse delante de los presidentes.

El error más sorprendente es que su esposa, Melania, nació en Eslovenia, estado que formaba parte de Yugoslavia hasta 1991.