El calor extremo de estos días también ha afectado los servicios ferroviarios. Uno de los convoyes de la línea R-1 de Rodalies, que conecta Molins de Rei y Maçanet-Massanes por la costa del Maresme, se convirtió este domingo en una sauna con ruedas. El motivo fue una avería del sistema de refrigeración, lo cual, con una temperatura ambiente muy superior a los 30 grados, hizo temer males mayores.
Así, una parada técnica habitual en uno de los túneles de acceso a Barcelona hizo crecer el nerviosismo entre los viajeros ante la imposibilidad de abrir puertas o ventanas. Los responsables del servicio, operado por Renfe, finalmente decidieron parar el tren en la estación del Clot y hacer bajar al pasaje, que continuó el viaje en el siguiente convoy.
Tren de Cercanías averiado por el calor en el Hoyo / D. G.