Cinco minutos. Este es el tiempo que necesitó el presidente de ERC, Oriol Junqueras, para darse cuenta de que había escrito "junts" en su publicación en la red X donde invitaba a Junts a trabajar juntos. Demasiado juntos debía pensar el presidente de Esquerra, que cinco minutos después corrigió estos excesos. Juntos, pero no revueltos, que diría aquel. O, en versión catalana, en casa comemos en la mesa, pero cada uno en su plato.
El caso es que a las 4,29 horas de la tarde de este miércoles, Junqueras hizo un tuit en el que recogía la oposición del secretario general de Junts, Jordi Turull, a un incremento de la cuota de los autónomos y adjuntó una captura de un tuit suyo donde también él mostraba la negativa de ERC a esta medida. "En esto estamos de acuerdo @jorditurull. Trabajémoslo juntos", proponía en su tuit, donde apostaba por defender también la financiación o un buen transporte: "Cuanta más fuerza tengamos defendiendo el país, más avanzará", concluía.
Cinco minutos más tarde, el líder de Esquerra constató la aparición de la controvertida palabra y el tuit fue convenientemente editado. "Traballem plegats [trabajemos juntos]", fue la nueva propuesta de Junqueras, en una publicación en la que la palabra "juntos" no aparecía ni como nombre ni como adverbio ni como adjetivo. En política -y en la vida en general- las palabras se las lleva el tiempo, pero algunas acaban siendo muy pesadas, sea cual sea su forma gramatical.
