Este año, miles de personas han intentado cruzar la frontera entre México y los Estados Unidos en busca de un futuro mejor. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha intentado por todos los medios reducir el número de personas que tenían el deseo de perseguir el sueño americano. Detenciones arbitrarias, familias separadas y su la política fallida de puertas cerradas.

Justamente el calvario que han tenido que sufrir y sufren los migrantes que han intentado probar suerte en territorio americano, ha sido el motivo que ha escogido como belén la Iglesia Metodista de Claremont, en California.

José, María y el niño Jesús están encerrados en prisiones y separados –que parecen jaulas como las imágenes que dieron la vuelta al mundo en su día– para ilustrar el drama que han vivido y siguen viviendo algunas familias.

La Iglesia Metodista de Claremont, tal y como explica Alberto Sicilia a través de las redes sociales, ayuda a los refugiados que llegan a los Estados Unidos y precisamente han optado por este belén para denunciar la separación de familias en la frontera.