La activista LGTBIQ Samantha Hudson ha sido despedida como embajadora de la marca Doritos pocos días después de que se promocionara su participación a raíz de una fuerte polémica en las redes. La marca lanzó a principios de esta semana un vídeo promocional donde aparecía la artista para anunciar esta nueva colaboración, y algunos usuarios expresaron la indignación recordando mensajes ofensivos que la artista publicó en su cuenta de X (entonces Twitter) en 2015 —cuándo tenía 16 años. Enseguida se inició una campaña en las redes para pedir el boicot a Doritos, que se internacionalizó y cogió fuerza especialmente en los Estados Unidos, y que ha acabado con la retirada de la campaña y la ruptura de la relación entre Hudson y la marca, propiedad de Pepsi & Co.

Los mensajes polémicos incluyen tuits en que decía "quiero hacer cosas gamberras, como meterme a una niña de 12 años por el culo", "quiero follarme a mi padre" o "si una menor de edad me viniera a pedir ayuda porque está siendo víctima de acoso sexual, le escupiría en la cara". Sin embargo, un sector conservador de los Estados Unidos también ha compartido a través de las redes un vídeo más reciente de Hudson en qué aboga por "aniquilar, destruir, abolir la familia tradicional nuclear monógama".

Hudson reitera sus disculpas y denuncia amenazas

Hudson ha recordado este miércoles que los tuits polémicos ya salieron a la luz hace unos años, y que entonces ya pidió perdón. "Aunque los escribí cuando era menor, en un contexto en que la tónica general de las redes sociales era hacer el humor negro más bruto y desorbitado posible, con la pretensión de llamar la atención utilizando temas muy desafortunados, creo que son comentarios totalmente fuera de lugar, desagradables y ofensivos", ha afirmado, y ha añadido que no los escribió para expresar su opinión, sino con el objetivo de "ironizar con el posicionamiento más extremo, opuesto a la postura ética y moralmente correcta con respecto a estos temas". Por otra parte, ha denunciado haber recibido "mensajes violentos, amenazas y descalificaciones" y críticas a su aspecto físico y a su identidad de género.