Aquel martes 15 de marzo en que el president Carles Puigdemont recibió en su despacho al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se había decidido que, dado que la cita se celebraba en el Palau, al acabar el encuentro, también se incorporarían el vicepresident Oriol Junqueras y la consellera Neus Munté.

Todo debería hacerse con diligencia porque el líder socialista tenía prisa, se suponía que se tenía que marchar rápido hacia Madrid para participar en una votación en el Congreso sobre la unidad de España y, antes, tenía que comparecer ante los periodistas que esperaban en el atril del Palau de la Generalitat.

Por eso, cuando se abrió la puerta del despacho, los servicios de Presidència se apresuraron a buscar a Junqueras i Munté. La consellera estaba trabajando en su despacho, sin embargo... ¿y el vicepresident? Nadie encontraba a Junqueras. Se produjo cierto momento de tensión entre los responsables de protocolo, conscientes de que el tiempo corría, y el vicepresident seguía sin aparecer. Pero, no se le encontró...

Ayer, algunos ataban cabos. ¿Estaba en camino hacia su comida secreta con el líder del PSOE?