Un año más, la localidad de As Neves (Pontevedra) se ha vuelto a llenar de fieles y curiosos que han asistido a la procesión de Santa Marta de Ribarteme, una de las tradiciones más singulares de Galicia que se celebra cada año el último domingo de julio. Y es que aquellos que participan en esta romería lo hacen dentro de ataúdes abiertos, cargados sobre los hombros de sus familiares, simulando así su muerte y dejando una imagen curiosa.
En esta celebración, relacionada con la resurrección, participan personas que han estado a punto de morir y que agradecen a la virgen Santa Marta haberlos ayudado u otros que, en cambio, piden una intervención milagrosa para curarse de alguna enfermedad. Los familiares, por su parte, cargan los féretros agradeciendo que la persona está viva y simulando una especie de funeral. Más allá de aquellos que desfilan en los ataúdes, otros penitentes también andan detrás de la imagen de la virgen con una vela, acompañando los féretros.
La peculiar procesión de Santa Marta de Ribareme se celebra desde 1700, según la primera referencia histórica que se tiene constancia, y en los últimos años ha recibido el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico de Galicia, captando la atención de miles de curiosos por su singularidad.