El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, lleva más de once meses como preso político. Aun así, en calidad de presidente de una entidad cultural, Cuixart no ha parado de trabajar para Òmnium y ha seguido defendiendo los valores que representa. Tanto es así que ha conseguido que hasta seis compañeros de su módulo se hayan hecho socios de Òmnium.

Así lo ha explicado este lunes el vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, en un acto en Barcelona. Parece que el hecho de ser un preso político no afecta al convencimiento de Cuixart hacia la defensa de la cultura y lengua catalana.

A pesar de la represión hacia la entidad cultural, el número de socios de Òmnium no para de aumentar y estas últimas seis afiliaciones son un clarísimo ejemplo.