Este viernes por la mañana los Obama saldrán de la Casa Blanca para ir a la investidura de Donald Trump, y una vez se acabe la ceremonia, ya no serán ellos quienes vuelvan a entrar. Lo harán los Trump. ¿Y cómo se realizará este cambio? Pues, mientras todos los ojos estarán puestos en la toma de posesión del nuevo presidente que se oficiará ante el Capitolio, en la Casa Blanca se vivirán cinco horas de locura. La famosa residencia del presidente de Estados Unidos tiene que dejar de ser la casa del presidente Obama y convertirse en la de Donald Trump, en sólo cinco horas, lo que vendrían a ser 300 minutos. Durante estas horas frenéticas, varios camiones de mudanzas irán de un lugar a otro para dejarlo todo a punto, y unos 90 trabajadores permanentes de la casa ejecutarán el plan de cambio de familia. Cuando Trump vaya a dormir por la noche, ya será su casa (como mínimo, por cuatro años).