La entrada en vigor de la norma que suprime la preferencia del apellido paterno a la hora de asignarlos a los hijos no ha tenido mucho efecto en el primer mes de su aplicación. Durante este pasado julio, de los 35.583 nacimientos registrados en todo el Estado, solo 193, un 0,5%, llevan el apellido de la madre, mientras que el resto, el 99,5%, han optado por la fórmula tradicional de asignar el apellido del padre.