El viernes pasado, el presidente español, Pedro Sánchez, visitaba Roma para reunirse con el primer ministro italiano, Mario Draghi, con la intención de sumar apoyos a su propuesta para abaratar los precios de la energía que hoy se debaten en Bruselas. Un pequeño detalle de la rueda de prensa posterior a la reunión había pasado desapercibido, hasta hoy, cuando los tuiteros (siempre atentos) han estallado de reír al ver que el italiano no sabe cuál es el nombre de pila de Sánchez y se refiere a él como "Antonio", un nombre bien español que ha provocado que Draghi se confunda. La cara que se le queda en Sánchez es de postal, pero disimula el error de su homólogo y sufre la vergüenza en silencio. Es posible que el expresidente del Banco Central Europeo ignore el nombre de Sánchez, pero también es verdad que en la misma reunión participó el presidente portugués, Antonio Costa, hecho que podría haber provocado el lapsus de Draghi.

La derecha dice la suya

Como no podía ser de otra manera, en Twitter, este vídeo se ha convertido en tendencia y los usuarios se ríen del irrelevante papel internacional que tiene Sánchez en medio de la crisis de Ucrania. "Ni siquiera se sabe su nombre", es el comentario más repetido en las redes. Otro destaca que Sánchez ni se inmuta ante el error de Draghi y plantea la posibilidad de que incluso "nos haya engañado a todos con su nombre". También los rivales políticos de Sánchez (sea Antonio o sea Pedro) han intentado sacar provecho del despiste y uno de los primeros a compartir el vídeo ha sido Ismael Sirio López Martín, el responsable de comunicación digital del PP. Horas más tarde, también ha compartido la foto de familia de los líderes europeos y se ha preguntado "¿Dónde está Antonio"?, ya que el presidente del Gobierno ni siquiera aparece.

Desde Vox, la diputada Carla Toscano también ha dicho la suya: "No tienen ni p*** idea de quien es", ha comentado a Twitter, en lo que no se sabe si para ella es una alegría o un lamento. Con todo, Carla Toscano debería andarse con cuidado con sus tuits, ya que esta semana hizo una contestando al ministro de Consumo, Alberto Garzón, con una falta de ortografía imperdonable: "Proponido" en lugar de "propuesto".