Jordi Sànchez, mientras ha declarado en el juicio al procés, ha mantenido sobre la mesa el libro La prosa de la vida, fragmentos filosóficos II, del filósofo Joan-Carles Mèlich Sangrà, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

En esta segunda entrega de sus Fragmentos filosóficos, el filósofo reflexiona a fondo sobre "la condición contingente, incierta y finita del ser humano" a partir de lo que llama a una filosofía literaria: una filosofía que recurre más a las imágenes y figuras de la ficción que a los conceptos y categorías de la metafísica.

Hay que escuchar ―com a mínimo escoltar― aquellos que se supone que no cumplen la ley y pensar que quizás los que defienden la ley están equivocados

Con ocasión de la publicación de su último libro, Mèlich fue entrevistado, en La Llança, por Joan Safont. Sus reflexiones también han tocado la situación actual de Catalunya. Mèlich ha reclamado la necesidad de no poner el acento en la obediencia a la ley. Afirma que hace falta "escuchar ―como mínimo escuchar― a aquellos que se supone que no cumplen la ley y pensar que quizás los que defienden la ley están equivocados".

La obra de Mèlich es influida por la del antropólogo y monje de Montserrat Lluís Duch, que murió recientemente. Sin embargo se define como "metafísicamente agnóstico y éticamente cristiano". Mèlich, a pesar de todo, es un filósofo peculiar, que reclama más la herencia de Dostoyevski y Tolstói, que la de Hegel o Kant.