Las ciudades inteligentes, smart cities por su nombre original en inglés, son las metrópolis del futuro, que mezclan tecnología e innovación con la promesa de la sostenibilidad. Ciertamente, la ciudad del futuro no puede ser sino sostenible y eficiente a nivel energético, siguiendo los principios del respeto con el medio ambiente. Es lo que hemos visto esta última semana en la feria Smart City Expo, celebrada en el recinto de Gran Vía, y donde Endesa ha llevado también sus propuestas para avanzar en el concepto de ciudad inteligente y eficiente energéticamente.

La propuesta de Endesa pasa para "descarbonizar las ciudades", según explica Juan Garrigosa, el responsable del área de Smart Cities de Endesa X. Con esta premisa, la empresa lanzó hace dos años una estrategia basada en propuestas para cumplir los objetivos que se marcan desde Bruselas, y en los cuales muchos países europeos, como España, están lejos de cumplirlos. Garrigosa explica que su ámbito de actuación va desde el alumbrado público hasta la movilidad urbana y la edificación, estudiando todos los puntos débiles de la política medioambiental.

Garrigosa explica que Endesa, "consciente de su capacidad para contribuir a alcanzar una economía baja en carbono, ha establecido una hoja de ruta hacia la descarbonización de su mix energético en el 2050, que establece objetivos intermedios de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para los años 2020, 2030 y 2040. Esta hoja de ruta se sustenta en una clara apuesta por las energías renovables, el impulso de la movilidad eléctrica y la optimización de la gestión de las tecnologías tradicionales".

¿Y es que, cómo tiene que ser la ciudad del futuro? Según Garrigosa está muy claro: "Orientada a los ciudadanos, autosuficiente, con un consumo bajo de energía, bien comunicada y enfocada a dar servicios a los ciudadanos".

iluminacion eficiente

Hacia una movilidad eléctrica

Según explica el responsable de smart cities, la movilidad provoca casi el 30% de las emisiones en las ciudades provocadas por el efecto del ser humano. Es por este motivo que Endesa ha hecho una gran apuesta por la movilidad eléctrica y la búsqueda de soluciones para llevarla a cabo. La potenciación del coche eléctrico es uno de los pilares, y el principal problema que tiene este tipo de vehículo es los puntos de recarga eléctrica y el miedo del usuario de una autonomía justa.

"En el sector del coche eléctrico, hemos trabajado muy ya, pero llegaremos al punto de inflexión el año que viene", cuando la empresa habrá alcanzado los más de 2.000 puntos de recarga a todo el Estado, de los cuales 300 en Catalunya. "Se trata de ponerlo muy fácil al usuario para que utilizar el vehículo eléctrico no sea una carga", todo y que, asegura, "hay que seguir trabajando en las autonomías de los vehículos".

recarga vehiculo

Pero la movilidad eléctrica también tiene un gran campo por correr con las administraciones y el transporte público. De hecho, Endesa ha cerrado una colaboración con Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB) con el fin de ayudar a desplegar la red de los autobuses eléctricos, con un sistema de recarga ultrarápida, "que permite cargar el vehículo en sólo 6 minutos", explica Garrigosa. "Con TMB empezamos a trabajar en un proyecto europeo para la recarga de los autobuses eléctricos de la línea H16, con un pantógrafo de 400 kw para que el bus recargue a la batería al final de la línea, mientras la gente sube y baja, en sólo 6 minutos". Eso permite que el autobus esté funcionando muchas horas sin problema. A principios de 2020, la línea H16 contará ya con 4 puntos de recarga instalados por Endesa de este tipo, que permitirán garantizar la carga de los 22 autobuses articulados que actualmente circulan por esta línea metropolitana, así como dar un mejor servicio a los viajeros .

Edificación sostenible

Aparte de la movilidad, las ciudades inteligentes necesitan una reforma integral también en la edificación y la vivienda, que por ahora comporta el 40% de las emisiones a las ciudades. En este sentido, algunas de las soluciones que propone Endesa son las placas solares, todo y que Garrigosa explica, "hay que luchar para que baje el precio de estas". De hecho, en iluminación, el ahorro puede llegar a ser del 70% de eficiencia energética.

Además, en edificación se trabaja también en el ámbito de la climatización, pero la climatología del lugar afecta mucho, y por lo tanto en climas mediterráneos como Catalunya, el margen de ahorro es más pequeño, pero en lugares más fríos se puede llegar hasta el 40% o 50%. La propuesta trata de actualizar los sistemas de aerotermia, "que pueden ser hasta cuatro veces más eficientes que una caldera tradicional". Además, también monitorizan con una plataforma lo que pasa dentro de los edificios y así se puede comparar.

Conciencia social

Lo que es evidente es que el ser humano tiene que cambiar también los hábitos con el fin de alcanzar los índices de sostenibilidad deseados. En este punto entran en juego las facilidades que aportan las nuevas tecnologías, como el big data, el reconocimiento facial o la inteligencia artificial. Con todo, Garrigosa se muestra convencido de que "cada vez más la sociedad es consciente de las necesidades de vivir de manera sostenible y aplicar las facilidades que la tecnología aporta en este ámbito".

Por último, Garrigosa explica que Endesa cuenta con sistemas que los ayudan a monitorizar las principales causas de insostenibilidad e ineficiencia con el fin de identificar lo que hay que mejorar.