El Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac se encuentra en la Cordillera prelitoral catalana, entre las comarcas del Bages y del Vallès Occidental. El parque natural está formado por las dos cordilleras que le dan el nombre y que se unen entre ellas en el cuello de Estenalles.
El monasterio de Sant Llorenç del Munt, en la cima de la Mola, es el monumento más emblemático
Las cimas más altas son la Mola, con 1.103 metros, donde se encuentra el monasterio románico de Sant Llorenç, de aquí el nombre del macizo, y el Montcau, con 1.056 metros.
Àngel Miño, director del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac, explica que el rasgo distintivo es "su geomorfología, su paisaje combinado de piedras, moles y canales. Es en conjunto, un paisaje muy redondeado". Miño detalla "la existencia de cuevas y el paisaje que te proporciona cuando haces excursiones, hecho que hacen de lo más diferencial este lugar".
El paisaje
El paisaje del Parque Natural es el resultado de la interacción de los elementos estructurantes abióticos: el agua, el clima y el suelo. Dentro de Sant Llorenç de Munt y el Sombrío, se pueden considerar tres grandes unidades de paisaje que, definidas por los elementos abióticos, presentan un paisaje integrado también por los elementos bióticos y antrópicos. Estos son:
- El paisaje de las cimas: por encima de los 700-800 metros, donde la acción del clima y el agua ha originado una forma característica: canales, paredes y crestas.
- El paisaje de las vertientes medias: entre los 700-800 metros y los 300-400 metros. Corresponde a relevos más suaves, en disposición de gradería ancha corte perpendicularmente por los torrentes y rieras. Son abundantes las formas ruïniformes montserratinas, menos esbeltas que las de Montserrat en relación con el sistema de diaclasa.
- El paisaje de las vertientes inferiores: por debajo de los 300-400 metros, donde la acción del hombre ha originado profundos cambios, debido a la fácil accesibilidad de la plana, las pendientes generalmente suaves, la abundancia de suelos aptos por el cultivo y la proximidad a los núcleos urbanos. Unos hechos que han hecho que el hombre haya intervenido en las formas del relevo y en la desaparición de gran parte de la vegetación, comportando así la agresividad erosiva de torrentes y rieras formando colinas de paredes verticales y grandes encajes de las redes fluviales.
La flora
La vegetación característica de la zona del parque natural es el encinar, que por encima de los 800 metros se enriquece con especies propias de los sitios húmedos como el serbal, el acebo y el roble. En altitudes inferiores, se mezcla con pins y arbustos mediterráneos, como el brezo y el madroño. La base del macizo, se encuentra ocupada por pinares de pino carrasco, que en las zonas más sombrías, son sustituidos por el pino encarnado y la pinasa.
Los macizos de San Llorenç̧ del Munt y la Serra de l'Obac, son montañas típicamente mediterráneas de matiz boreal, parecido a Montserrat en muchos aspectos. Montserrat, de hecho, es una montaña calcárea, si se exceptúa el área charco de rocas silíceas. San Llorenç̧ y el Obac son montañas con predominio calcáreo, pero con intercalaciones importantes de vegetación poco afina en la cal.
En los macizos de San Llorenç̧ y del Obac, se distinguen dos estancias altitudinales:
- La estancia inferior del encinar con durillo (Quercetum ilcis galloprovinciale). Ocupa una gran parte de la superficie, desde la base de las montañas hasta los 600-800 m de altitud.
- La estancia del encinar montañés (Quercetum mediterraneo-montanum). Se extiende desde estas últimas altitudes hasta las cimas más elevadas.
La fauna
Las masas forestales que se alternan con riscales y acantilados que se alzan encima de la plana, ofrecen unas condiciones óptimas por el refugio, la cría, la invernada y el paso de numerosas especies de vertebrados. La gran variabilidad de ambientes ecológicos presentes el parque, hacen que se puedan diferenciar varias comunidades faunísticas de lo más singulares.
Se calcula que dentro del área del parque habitan cerca de dos centenares de vertebrados
Se contabilizan un número bastante considerable de especies animales, la mayoría de gran interés, desde los típicos habitantes rupícolas hasta los animales de los cultivos próximos a las masías, pasando por la fauna propiamente forestal.
Las aves representan el grupo más numeroso de los vertebrados del macizo, siendo las más comunes el mirlo (Turdus merula), la paloma torcaz (Columba palumbus), el arrendajo (Garrulus glandarius), el petirrojo (Erithacus rubecula) y los herrerillos (Parus spp.). En las partes más bajas del macizo se encuentran el pinzón (Fringilla coelebs), el jilguero (Carduelis carduelis), los sits (Emberiza spp.), la abubilla (Upupa epops) y el tordo (Turdus philomelos).
A veces, son visibles todavía algunas aves rapaces como el águila perdiguera (Hieraaetus fasciatus), gavilanes y azores (Accipiter spp.), entre otros, y varios falcònids; así como los excepcionales buitres (Gyps fulvus) y el águila dorada (Aquila chrysaetos), extinguidos como nidificantes.
Es destacable la presencia de parejas de duques (Bubo bubo), que han desaparecido en gran parte de Centreeueropa mientras que el parque, están presentes en los peñones más salvajes de los canales.
En muchas de las fuentes situadas en la montaña, crecen larvas de la vistosa salamandra (Salamandra salamandra), así como renacuajos de diferentes especies de sapos.
Entre los pedregosos caballetes del parque, es habitual encontrar la víbora (Vipera latasti) y para las malezas y pinares, habita la serpiente verde (Malpolon monspessulanus) y la serpiente blanca (Elaphe scalaris).
Itinerarios y rutas
Dentro del área del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y Serra de l'Obac, existen múltiples opciones para escoger entre un gran listado de rutas y excursiones que el parque propone y pone a la disposición de los visitantes.
Angel Miño, director del Parque Natural, recomienda hacer el camino real. Una travesía que pasa por Terrassa cabe en Manresa, por la banda del Obac. Otro recorrido que recomienda Miño es el itinerario de tres mundos, que va desde el Montseny hacia Sant Llorenç i Montserrat.
Dos rutas y excursiones que se pueden hacer siguiendo las indicaciones que están al servicio de los usuarios, a lo largo de cualquier momento del año, ya que según Miño, "cualquier momento es bueno para hacer a una visita el Parque". Miño apunta que "en verano, por la temperatura, quizás es cuando puede ser menos agradable por el calor que hace pero en lugares con sombras, la cosa se agradece mucho más". El director del parque, acaba explicando que las épocas más frecuentadas es a lo largo de la primavera y en otoño.
Según Miño, lo que más gusta los visitantes es "el paisaje y las vistas. Este es un parque que ofrece un montón de excursiones con muchos puntos de vista panorámicos que gustan mucho a todo el mundo que pasea".
Con la colaboración de la Generalitat de Catalunya
