Los internos de las prisiones catalanas también se movilizan ante la situación de emergencia que viven los centros hospitalarios por el coronavirus. Los talleres penitenciarios fabricarán un total de 32.000 uniformes para abastecer los hospitales y dotar de ropa de trabajo a los profesionales de la salud jubilados, recién licenciados y los estudiantes de último curso que se están incorporando al sistema sanitario. Es una de las acciones que ha impulsado el Departament de Justícia con el objetivo de combatir los efectos de la COVID-19 y minimizar el impacto de la pandemia.

Los centros penitenciarios fabricarán 32.000 uniformes destinados a los profesionales que se están incorporando al sistema sanitario para combatir la pandemia

Taller confecció CIRE 031 (12).Maite

Se trata de un encargo especial del Institut Català de la Salut (ICS) que incluye batas, camisas, chaquetas y pantalones. La producción empezará los próximos días en los talleres de los centros de  Quatre Camins (La Roca del Vallès), Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires) y Ponent (Lleida). Aparte de vestuario, desde la semana pasada también se están fabricando 3.000 mascarillas diarias en el taller del Centre Penitenciari de Joves (La Roca del Vallès).

Más allá de este pedido extraordinario, las prisiones catalanas ya confeccionan los uniformes y la ropa del ICS desde el 2008. Los presos trabajan bajo la dirección del Centre d’Iniciatives per a la Reinserció (CIRE), la empresa pública del Departament de Justícia que se dedica a formar y ocupar a las personas privadas de libertad con el fin de contribuir a su reinserción sociolaboral.

Más de la mitad de los terceros grados, a dormir a casa

Con la finalidad de limitar el contagio entre los internos y funcionarios, Justícia ha enviado más de la mitad de los presos que disfrutan del régimen abierto a pasar el confinamiento en su domicilio en aplicación del artículo 86.4 del reglamento penitenciario. Después de revisar la evolución caso por caso y analizar los que se pueden acoger a esta posibilidad, ya son 628 los reclusos -el triple que antes de la emergencia sanitaria- que pueden dormir en su casa cada día, en vez de hacerlo sólo el fin de semana. La Secretaria de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima está valorando la situación de 240 presos más.

C.O. Tarragona 31

Más comunicación entre internos y familias

Mientras duren las restricciones por el coronavirus, la Generalitat también ha reforzado los canales de comunicación para los presos y sus familiares. Las familias disponen de un nuevo servicio de atención telefónica para resolver dudas y desazones a raíz de las medidas implementadas para proteger la salud de los internos. Se han abierto diferentes teléfonos en función de la demarcación de cada centro penitenciario. Cuando necesiten información relacionada con un caso concreto, los familiares podrán hablar con los trabajadores sociales con quien mantienen la relación habitualmente.

telefons

Por otra parte, los presos podrán contactar con sus familias por videoconferencia de forma inminente para compensar la suspensión temporal de los vis a vis y las visitas por locutorio de cristal. El martes pasado se inició una prueba piloto en Quatre Camins desde los ordenadores de la biblioteca del centro. A través de un programa gratuito de fácil instalación se permitirá comunicar con las personas reclusas desde teléfonos, tablets y ordenadores de los familiares. Los familiares sólo tendrán que instalarse una aplicación en sus aparatos, con las instrucciones que facilitarán los profesionales de los servicios penitenciarios.

Paralelamente, se repartirán 230 teléfonos entre todos los equipamientos penitenciarios y de justicia juvenil para que los internos puedan hacer videoconferencias vía Whatsapp, que tienen la mayoría de las familias.

Las personas sin recursos económicos, si así lo acreditan, podrán llamar a su casa gratis, también al extranjero. De esta manera, la Generalitat quiere garantizar la máxima comunicación posible, independientemente del origen y del poder adquisitivo de cada recluso. En la misma línea, los centros penitenciarios han doblado el número de llamadas autorizadas.

En este contexto de caída de las actividades culturales, deportivas y formativas, Justícia también ofrece los televisores a los internos que no se pueden comprar.