El Govern de la Generalitat ha iniciado un proceso participativo con el fin de promover un Pacto Nacional que contribuya a la incorporación de la perspectiva intercultural en la acción pública, gracias al compromiso del conjunto de todos los actores institucionales, sociales, económicos, políticos y ciudadanos del país.

Un pacto que tiene que recoger los compromisos del Govern, de los ayuntamientos, del conjunto de actores sociales para la igualdad, el reconocimiento de la diversidad y el fomento de la interacción positiva entre ciudadanos de todos los orígenes. Un Pacto que los ciudadanos pueden hacer suyo participando en la web participa.gencat.cat o bien asistiendo a una de las sesiones presenciales abiertas.

Las preguntas que los participantes tienen que responder son: ¿Y tú qué harás por la igualdad? ¿Cómo reconocerás la diversidad en tu entorno? ¿Qué harás para favorecer la interacción con personas diferentes de ti?

La Generalitat inicia un proceso participativo para incluir la perspectiva intercultural en la acción pública

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La diversidad nos define como país

Catalunya es una sociedad diversa desde muchos puntos de vista. Los catalanes hablamos más de 310 lenguas diferentes y participamos de todas las principales creencias y convicciones del mundo, reconocemos nuestra diversidad de identidad de género en documentos oficiales y tenemos más de mil matrimonios cada año entre personas del mismo sexo. En Catalunya, una de cada 13 personas sufre alguna discapacidad, aunque eso nos pasará a uno de cada cinco de nosotros cuando tengamos más de 75 años.

Además, hay catalanes y catalanas con 184 de las 193 nacionalidades de todo el mundo reconocidas por la ONU, y todavía se podrían sumar las no reconocidas.

Hay catalanes y catalanas con 184 de las 193 nacionalidades de todo el mundo reconocidas por la ONU

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No toda la diversidad se debe al origen, claro está, pero el hecho migratorio lo ha hecho crecer de forma notable en el siglo XXI: este año un 36,1% de los niños y niñas que nacerán en Catalunya tendrán como mínimo un progenitor extranjero. Y al mismo tiempo, más de la mitad de las personas que todavía tienen pasaporte extranjero ya hace más de 10 años que vive en Catalunya: para nosotros son catalanes y catalanas.

Convivir en la diversidad es uno de los grandes retos de las sociedades democráticas actuales. Ser una sociedad cohesionada y diversa al mismo tiempo es posible y deseable. Respetar la pluralidad es una cuestión de legalidad, principios, valores fundamentales y al mismo tiempo fortalece el desarrollo y la cohesión social. El gran reto es, sin embargo, que estas diferencias no deriven en desigualdades.

El Consejo de Europa recomienda el interculturalismo

En el mundo hay otros países que han vivido procesos de inmigración intensos de los que han surgido, también, sociedades diversas. De su experiencia, con aciertos y errores, ha surgido un aprendizaje que ha llevado el Consejo de Europa a recomendar el interculturalismo como herramienta para la gestión de la diversidad. El interculturalismo se sustenta en tres principios: igualdad de oportunidades, reconocimiento de la diversidad e interacción positiva.

  • Igualdad porque queremos justicia y solidaridad, porque más cohesión nos hace también ser más eficientes como sociedad. Y porque sabemos aquellos contextos en los cuales las diversidades se identifican con desigualdades tienen graves problemas de cohesión. No queremos que las identidades que sentimos nos puedan acondicionar el acceso a los derechos y oportunidades.
     
  • Reconocer y conocer la diversidad es un requisito necesario para el diálogo y la convivencia entre los que nos sabemos, respetamos y nos gustamos diferentes. Aprovechar la diversidad y las capacidades de relación con el mundo, por ejemplo, nos puede dar mucha riqueza.
     
  • Interacción porque queremos encontrarnos, siempre y en todas partes. Tener amistades de orígenes diferentes es el mejor antídoto contra estereotipos y prejuicios. Es la manera de construir una cultura pública común, un espacio compartido que todos y todas sentimos nuestro y notamos que formamos parte.