"La ciudad es muy fácil de vender y el coste de instalar una nueva empresa es mucho más bajo, porque la gente sabe que puede encontrar talento". Desde que la multinacional de vídeojuegos King abrió una sede a Barcelona el año 2012, la ciudad se ha empezado a hacer un nombre en esta indústria:"En los últimos dos o tres años, se han disparado las empresas internacionales que han montado un estudio o las locales que han empezado", apunta su vicepresidente y director de estudios, Oriol Canudas, que destaca la "vertiente emprendedora" de la capital catalana: "Eso hace que sea un polo de atracción de talento muy importante".

En el mes de octubre del 2019, King se trasladó a unas nuevas instalaciones de casi 7.000 metros cuadrados, situadas en el distrito 22@. Unas instalaciones en las que trabajan en torno a 600 personas -en total la empresa tiene 2.000 aproximadamente-, pero que en el contexto actual no pueden acudir. "La empresa se ha adaptado bastante bien. Antes del coronavirus ya hacíamos programas piloto con gente trabajando desde casa, de manera que ya estábamos un poco preparados", se felicita Canudas, que considera que el principal reto se produce en términos de organización interna: "Es la dificultad que tienes cuando hay mucha gente. Pero encontrar el punto óptimo entre coordinación y comunicación y el trabajo individual es la clave para acelerar la productividad".

Lo que verdaderamente ha resultado productivo para la empresa es la situación de confinamiento. Canudas confirma que durante esta etapa "el número de descargas ha aumentado mucho", dado que el consumo de contenidos online se ha incrementado considerablemente desde que la gente pasa más tiempo en casa: "Los datos de número de partidas en nuestros juegos han batido récords". Entre los productos mejor valorados se encuentra la aplicación Candy Crush, de la que Canudas explica las claves de su éxito: "Toda prueba lógica con cierta matemática gusta, nos hace funcionar y pensar, de forma que nos sentimos productivos".

Con respecto a las oportunidades que pueden surgir de esta crisis, Canudas considera que este nuevo escenario "es una inyección de confirmación que el entretenimiento es importante". Si bien la tecnología y los dispositivos evolucionarán con el paso del tiempo, el vicepresidente de King considera que la necesidad de entretenimiento siempre seguirá presente: "Es un complemento muy importante para nosotros: es inmersivo, nos hace soñar, nos hace desconectar y nos hace conectar con los amigos". Y si la necesidad de entretenimiento no desaparece, entonces tampoco lo hará la capacidad creativa para producir nuevos contenidos: "El talento lo es todo en mi trabajo, porque eso va de tener nuevas ideas".