La Agència Catalana de l’Aigua realiza el control de la calidad del agua en las zonas de baño de Catalunya desde 1990 a través del Programa de vigilancia e información del estado de las playas. Durante 16 semanas se hacen muestreos quincenales en las playas y zonas de baño continentales, lo que supone unos 2.000 controles analíticos en cada temporada de verano.

Los controles y acciones medioambientales de la Generalitat han permitido mejorar en 30 puntos la salud de las costas catalanas

@aloma masana (Trabucador Delta Ebre)

La red de control de las zonas de baño de la temporada 2019 está formada por 254 zonas costeras (87 en el litoral de Girona, 83 en el de Barcelona y 84 en el de Tarragona) y 14 zonas de baño interiores (7 en Lleida, 3 en Girona, 3 en Barcelona y 1 en Tarragona). La información sobre la calidad de las aguas de baño se inicia el 1 de junio y finaliza el 24 de septiembre, y se puede consultar en la web de la Agència y también en la aplicación móvil y web PlatgesCat.

Desde los inicios del Programa de vigilancia el número de playas con calidad excelente se ha incrementado desde el 26% en 1990 hasta situarse por encima del 94% el año 2018. Eso supone un incremento de más de 30 puntos, un hecho que demuestra que el esfuerzo que se está haciendo en nuestro país en materia de saneamiento para preservar las masas de agua, en este caso, las litorales, está dando resultados positivos.

Platgescat

Desde el 2014, la Agència Catalana de l’Aigua dispone de una aplicación, PlatgesCat, que informa en tiempo real de la calidad de cerca de 300 playas catalanas.

La aplicación Platgescat permite conocer el estado del litoral a tiempo real

detalle playa

La calidad del agua, la temperatura, el tiempo, la bandera de seguridad, así como las posibles incidencias –como vertidos o presencia de medusas– son algunos de los aspectos de los que se informa a través de esta aplicación móvil y web.

detalle mapa platgesCAT

La depuración del agua residual, un proceso clave

La depuración del agua residual es un proceso clave para garantizar la calidad del agua y, por lo tanto, la salud de las personas y la preservación del medio. De aquí la importancia de devolver al medio (a los ríos y al mar) el agua que hemos utilizado, en condiciones óptimas.

Gracias al esfuerzo en el saneamiento y en la acción coordinada de las administraciones actuantes han desaparecido los numerosos puntos negros (en términos de calidad deficiente) que Catalunya tenía hace 30 años en el litoral catalán, y muchos ríos han podido recuperar su calidad ambiental y volver a ser ríos vivos por todo el país.

analisi micro

Las 521 estaciones depuradoras de aguas residuales y los pretratamientos que funcionan actualmente en Catalunya garantizan un adecuado retorno al medio de las aguas previamente utilizadas y evitan el deterioro de las masas de agua, principio básico de la Directiva marco del agua. Las depuradoras en servicio permiten tratar las aguas residuales del 97% de la población de Catalunya. La planificación hidrológica en el ámbito del saneamiento prevé seguir aumentando progresivamente el porcentaje de la población saneada.

Catalunya multiplica por seis sus depuradoras en 30 años

Durante la década de los años 90 se impulsa la construcción de nuevos sistemas de saneamiento. Eso permite, entre el periodo 1990-2000, doblar el número de población saneada –de los 3 a los 5 millones– y triplicar el número de depuradoras existentes (de 80 a 245 en 10 años).

Entre 1990 y 2019, Catalunya pasa de tener 80 depuradoras en servicio a las 521 actuales, multiplicando la cifra por seis. Su efecto en el medio es incontestable: se mejora la calidad del agua y su transparencia. Por una parte, las depuradoras evitan el vertido de agua sin tratar y, por otra, aportan agua a ríos, rieras y mar en condiciones prepotables. Eso permite que, de manera lenta pero progresiva, se mejore la calidad de nuestras masas de agua.

Detalle recogida de muestra

Las actuaciones en materia de saneamiento no acaban aquí. La planificación hidrológica catalana prevé nuevas actuaciones de saneamiento, así como mejoras de los sistemas que están en servicio, que contribuirán a mejorar todavía más la calidad de nuestras masas de agua.