En cualquier camino inexplorado aparecen obstáculos e incertidumbres. Nada que no sepan las cerca de 47.000 empresas catalanas exportadoras que tienen la ambición de vender más y hacerlo más lejos. ¿Cómo consigue una bodega catalana vender sus botellas en una tienda de Japón? ¿Cómo introduce una pequeña empresa catalana industrial su maquinaria en el centro de Europa?
Este 2018 se cumplen 30 años de la apertura de las primeras Oficinas Exteriores de Comercio e Inversiones de la Generalitat de Catalunya
Al esfuerzo de todas estas empresas que tienen como objetivo expandirse por todo el territorio, suman la ayuda de las Oficinas Exteriores de Comercio e Inversiones de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya, dependiente del Departament d’Empresa i Coneixement.
El objetivo de estas oficinas es encontrar oportunidades sobre el terreno por todo el mundo y allanar el camino a las exportaciones catalanas
En la capital japonesa de Tokio, arrancaba hace 30 años una red que hoy en día suma 40 localizaciones repartidas por los cinco continentes, con un alcance de más de 100 mercados. Su tarea tiene un objetivo principal: ser los exploradores de las empresas catalanas. Sus profesionales, expertos en comercio internacional, dedican buena parte de su tiempo a pisar el terreno para identificar las oportunidades de negocio más interesantes para las empresas catalanas. Encontrar el mejor canal comercial, el distribuidor adecuado o cederles un espacio físico para empezar a trabajar son algunas de las tareas que realizan para ayudarlas.
Con servicios personalizados y adaptados a las características de cada empresa, se han realizado 20.000 proyectos durante estos 30 años
Yuko Kijimoto, directora de la Oficina Exterior de Acció en Tokio, asegura que "para los japoneses, el producto catalán significa calidad, flexibilidad y diseño". "Hacer negocios en el mercado japonés también da acceso a otros mercados de Asia: un éxito en Japón es un argumento potente para otros países porque la exigencia de este mercado es conocida por todo el mundo", afirma Kijimoto.
Otro ejemplo lo encontramos con Emma Molera, export general manager de eCareYou Innovation, una empresa catalana dedicada al desarrollo de productos OTC para la salud femenina. Desde su sede de Rubí, exportan el 30% de sus productos a través de acuerdos con distribuidores a los países donde están presentes, como Francia, Bélgica, Luxemburgo, Portugal y Reino Unido.
Según la responsable, "contar con las Oficinas Exteriores de ACCIÓ nos permite ahorrar mucho tiempo porque analizan y seleccionan los perfiles que se adecuan a nuestras necesidades". Molera explica que la exportación les permite financiar el desarrollo de nuevos productos y los ayuda a seguir innovando y creciendo.
Un impulso a las exportaciones catalanas
Las ventas de Catalunya al exterior han superado en el 2017 por primera vez los 70.000 millones de euros, alcanzando un nuevo récord por séptimo año consecutivo. Esta cifra se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años. De hecho, desde el 2010 las exportaciones de Catalunya en el mundo superan las ventas al resto del Estado.
Las empresas catalanas ya hace años que se atreven a salir de la zona de confort y fijar la mirada hacia mercados más complejos como los asiáticos o los africanos
Estas cifras demuestran que el tejido empresarial catalán ha asimilado que internacionalizarse y competir a escala global es imprescindible para seguir creciendo. Una de las mejores maneras para vender en el mundo es ofrecer un producto diferente, innovador. Según el Barómetro de la innovación del 2017 elaborado por ACCIÓ, es mucho más fácil internacionalizarse para las compañías innovadoras: el 52,8% de las empresas que innovan ha conseguido vender en el exterior, mientras que sólo exporta un 23,4% de las que no lo hacen.
Una escuela de talento
La Red de Oficinas Exteriores de ACCIÓ también se ha convertido en una escuela de talento que ha formado a jóvenes en los ámbitos relacionados con el comercio exterior y la gestión empresarial internacional, aparte de contribuir al impulso de las empresas catalanas por todo el mundo.
Durante estos 30 años, más de 500 becarios han pasado por las Oficinas Exteriores para recibir formación, convertirse en expertos en comercio internacional y dotar de talento a la empresa catalana. Hoy en día, algunos de estos becarios ya están al frente de muchas de las empresas exportadoras catalanas.
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