La Generalitat de Catalunya, desde julio de 2020, está llevando a cabo la red de vigilancia y control del SARS-CoV-2 en aguas residuales (SARSAIGUA), un proyecto que tendrá una continuidad hasta el 2022 y que tiene el objetivo de analizar semanalmente la presencia del coronavirus en 56 depuradoras catalanas, con un amplio alcance de la población, ya que tratan y depuran el 80% de las aguas residuales generadas en Catalunya.

La vigilancia del virus y sus variantes en las aguas residuales constituye una herramienta valiosa y rentable para complementar la vigilancia clínica y epidemiológica de la Covid-19, así como de otras enfermedades que puedan ser de interés en el futuro.

La iniciativa tiene una importante componente de innovación, ya que ha permitido desarrollar los diferentes aspectos clave para el éxito de una red de monitorización, y, en este caso particular, sobre la detección y seguimiento de un virus desconocido hasta hace poco tiempo. Damià Calvet, conseller de Territorio y Sostenibilidad, destaca que "las depuradoras son instalaciones dinámicas que, con la innovación y la inversión continuada, incrementan sus funciones: recogen y tratan un residuo, permiten que se pueda reutilizar el agua ya depurada y desde julio de 2020 también permiten identificar la tendencia y evolución de la Covid19".

"Este dinamismo también se está traduciendo en un plano de eficiencia energética, con una inversión de 160 MEUR, que hará posible que el 78% de las necesidades energéticas de las depuradoras catalanas provenga del autoconsumo, mediante la instalación de placas solares, el aprovechamiento del biogás y mejoras en su eficiencia, reduciendo así la huella de carbono y mitigando los impactos de la emergencia climática. La Agenda Verde es ineludible y con proyectos como este, la estamos desarrollando", añade Calvet.

Laboratori ACA 02

Foto: ACA

La implantación exitosa de la red ha sido posible gracias a la existencia de grupos de investigación previamente activos, que disponían de los medios adecuados y el conocimiento experto en la materia. Este elemento fundamental se ha complementado con un planteamiento coordinado desde el inicio del proyecto (entre los departamentos responsables de Salut y Medi Ambient y con los equipos de coordinación cientificotécnica y de laboratorios y el comité de expertos participantes).

La singularidad del proyecto ha sido la intervención de cuatro grupos de investigación avance/laboratorios, hecho que propicia debates sobre los procedimientos a aplicar y los resultados obtenidos. Este elemento diferencial también ha permitido innovar y configurar las conclusiones finales.

La UE ha recomendado a los estados miembros la necesidad de desplegar sistemas de control como el que ha impulsado Catalunya

Este proyecto supondrá una inversión de 2,4 MEUR (400.000 aportados durante el 2020 y los 2 millones restantes para los años 2021 y 2022) y tiene un carácter pionero a nivel europeo, teniendo en cuenta que el 17 de marzo de 2021 la Unión Europea ha dictado la recomendación (UE) 2021/472 de la CE donde se plantea a los estados miembros la necesidad de desplegar sistemas de control como el que se ha impulsado en Catalunya, promoviendo una estrategia en línea y un enfoque en común.

Control semanal y datos abiertos

Las aguas residuales son un buen indicador de la circulación del virus entre la población, sin la necesidad de efectuar cribados de diagnóstico masivos. Los resultados obtenidos al programa SARSAIGUA permiten obtener una valoración de la evolución de esta circulación.

La monitorización, que se hace semanalmente, consiste en la toma de muestras en el agua de entrada de las depuradoras (antes de su tratamiento). Posteriormente, las muestras se transportan a tres laboratorios para ser analizadas. La cuantificación de las trazas genéticas del SARS-CoV-2 se hace mediante la amplificación del ARN presente en las muestras con un método donde se analiza la concentración del ARN viral mediante una PCR cuantitativa. Los resultados se obtienen en 48 horas.

Desde el mes de noviembre de 2020 están abiertos al público los datos de los controles a través del portal sarsaigua.icra.cat, donde se informa de las concentraciones de Coronavirus en las aguas residuales, su evolución y las tendencias.

SARSAIGUA se una herramienta de ayuda a la toma de decisiones y contraste epidemiológico gestionada desde la Generalitat

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Los resultados obtenidos al programa SARSAIGUA permiten obtener una valoración de la evolución de esta circulación, y anticiparse a los posibles brotes en determinadas zonas. Con estos controles, el Departament de Salut y el Procicat disponen de una variable más a la hora de tomar decisiones para reducir la propagación del coronavirus.

Coordinación con el sector de la investigación

Este proyecto está impulsado por el Departament de Territori i Sostenibilitat, a través de la Agencia Catalana de l'Aigua (ACA) y el Departament de Salut. La red de seguimiento para analizar la evolución de la Covid-19 en Catalunya está coordinada por el ACA con los principales centros de investigación catalanes como el Institut Català de Recerca de l'Aigua (ICRA), el Eurecat y la Universidad de Barcelona.

Participan en la red SARSAIGUA tres laboratorios, dos de ellos de la Universidad de Barcelona (UB) especializados en el análisis de virus en muestras ambientales y el Center for Omics Sciences (CUERPO) de Eurecat en Reus.

Esta red se suma a la de otros países europeos (Países Bajos, Suiza, Reino Unido, España, entre otros) que han empezado a monitorar la concentración de las trazas genéticas del SARS-CoV-2 en aguas residuales como herramienta para anticipar posibles nuevos rebrotes y evaluar la efectividad de las medidas de contención implementadas.

Compartir el conocimiento para el bien común

Uno de los objetivos del proyecto SARSAIGUA es intercambiar conocimientos, para así mejorar el funcionamiento de la red de control y optimizar su funcionamiento.

En este sentido, la Generalitat de Catalunya participó a principios de noviembre de 2020 en la reunión a nivel europeo Surveillance of Covid-19 virus in wastewater sobre vigilancia del coronavirus en aguas residuales, junto con países como Italia, Hungría y Países Bajos.