"Estás más delgada, verdad"?. ¿Te has hecho alguna cosa en el pelo? Pareces más joven". "Hoy estás muy guapa". Si eres mujer seguramente habrás oído estos comentarios, porque es una constante en nuestro día a día. Premian que adelgacemos, que nos esforzamos por aparentar menos edad, para encajar en el molde del cuerpo que se espera de las mujeres, delgaducho y joven. La presión para mantenerse joven afecta al doble de mujeres que de hombres. Mientras que el 50% de las mujeres utiliza cotidianamente productos y tratamientos estéticos, solo un 7% de los hombres lo hace, según un estudio de la federación Setem.

Todas estas exigencias sobre nuestros cuerpos comportan que sintamos vergüenza de nuestro propio cuerpo, que nunca estemos contentas y que, en consecuencia, nos esforcemos al cambiarlo o esconderlo. Si la belleza es estar delgada y ser (o parecer) joven, cuando no damos respuesta, no nos sentimos satisfechas con ser tal como somos, porque no cumplimos con los ideales que nos han marcado. O cumplimos, pero siempre con el miedo de dejar de hacerlo, y este temor nos hace activar medidas de prevención como cremas contra las arrugas, regímenes alimenticios o tintes para el pelo. Por miedo a ser un cuerpo fuera de la norma. "La presión estética es una forma de violencia que nos quiere disciplinario en todas a las mujeres, indicando qué y cuánto tenemos que comer, como tenemos que vestir o como podemos evitar que nuestro rostro o nuestro cuerpo expresen la edad que tenemos", denuncia la consellera de Igualtat i Feminismes, Tània Verge Maestro.

Foto Consejera|Consellera Tània Verge Lleno Parlamento Presión Estética

Departament d'Igualtat i Feminismes

La presión estética es una forma de violencia que quiere disciplinar a las mujeres a través del control de nuestros cuerpos

Los cánones estéticos producen y perpetúan estereotipos y discriminaciones de género, pero también raciales y capacitistas. El cuerpo ideal, al cual nos hacen aspirar los cánones estéticos, tiene que ser capaz de hacerlo todo y tiene que responder a los ideales de la blanquitud. Desirée Bela-Lobeddee, escritora y activista afrofeminista y antirracista, lo denuncia a su libro Ser mujer negra en España: "Dentro del canon de belleza eurocéntrica (pelo liso y largo, piel clara, figura delgada) las mujeres no blancas no encajamos. Bien, es que ni siquiera muchas mujeres blancas encajan dentro del canon, por qué nos tenemos que engañar. Sin embargo, con la erotización, algunas tienen la suerte de ser consideradas guapas. ¿Podemos ser guapas, pero poco acuerdo? No demasiado. Y de aquí la frase en cuestión: para ser negra eres muy guapa".

Bastante presión estética

El Plan de acción para combatir la presión estética, impulsado por la conselleria de Igualtat i Feminismes, contiene medidas y actuaciones para avanzar en el erradicar la violencia contra los cuerpos de las mujeres. También busca incrementar la conciencia social sobre como impacta la presión estética en el bienestar físico y emocional de las personas a lo largo de toda la vida, especialmente la de las mujeres.

Pressio estetica Generalitat (2)

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¿Entre las medidas, la conselleria ha iniciado la investigación de una cadena multinacional de ropa que solo ofrece las tallas más pequeñas, XS y S. "Si una chica va a comprar ropa en una tienda estándar, y ninguna prenda de ropa es de su talla, qué mensaje le estamos enviando? ¿Qué se le está diciendo sobre su cuerpo"?, denuncia Verge. "Tenemos que romper con estos mecanismos sociales que hacen que odiamos nuestros cuerpos", concluye. La denuncia se enmarca en el eje de discriminación por apariencia física incluido a la Ley 19/2020, que reconoce 11 tipos más. Cualquier persona que sufra una discriminación, la puede denunciar rellenando este formulario.

En Barcelona, 6 de cada 10 chicas adolescentes sienten insatisfacción con su cuerpo y el aspecto físico es el principal motivo de discriminación, según un estudio reciente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. En este sentido, el Plan presentado por Igualtat i Feminismes contiene otras acciones para combatir la presión estética que afecta a las jóvenes, como la incorporación de contenidos educativos sobre la presión estética y sus efectos en las escuelas e institutos, o el diseño de una campaña de sensibilización en las redes sociales dirigida especialmente a la gente joven, sobre el uso de los filtros y retoques fotográficos en las redes sociales y en la publicidad. Además, a petición del Departament de Igualtat i Feminismes, la Agencia Catalana de Consumo examinará como se está aplicando en la práctica la regulación europea de tallas en las tiendas de ropa: una talla M o L tiene que tener siempre la misma medida, sea cuál sea la marca o la tienda.

"Se ha acabado que solo un tipo de cuerpo sea válido. La sociedad es diversa, las mujeres somos diversas, nuestros cuerpos son diversos. Tenemos que avanzar hacia un consenso social que acompañe esta diversidad", reivindica Verge, mientras recuerda que "el control sobre nuestros cuerpos es un arma del patriarcado, y ya estamos hartas. Hoy y aquí decimos basta, y con el Plan de acción para combatir la presión estética reivindicamos que todos los cuerpos son posibles y legítimos".