Los orígenes de Catalunya están estrechamente unidos a la comarca de esta semana: el Ripollès, tierra de mitos, leyendas y edificios monumentales. Este territorio, que discurre entre montañas, valles y riscales, posee una de las concentraciones de arte románico más grandes de los Pirineos y de las más importantes de Europa. Un centenar de monumentos repartidos en los 19 municipios de la comarca que la convierten en un enclave predilecto por los amantes de la arquitectura y la belleza sencilla del románico. De entre este repertorio monástico de primer orden sobresale la magnífica Santa Maria de Ripoll. La cocina ripollesa, auténtico corazón de la casa de montaña, ha sido el refugio de un recetario basado en las setas, los embutidos de cerdo, los quesos, la caza y la carne de ternera y cordero. Todo (por si fuera poco) envuelto por un paisaje moteado de bosques, huertos, rebaños y corrales, que regalan a la gastronomía catalana productos tan preciados como el cordero del Ripollès.

Autor fotografía: M.A.S.

Os proponemos, pues, la ineludible visita al monasterio de Santa Maria de Ripoll. Fundado el año 879 por el conde Guifré el Pilós y ocupado por una comunidad de monjes benedictinos hasta 1835, cuando fue saqueado e incendiado. A lo largo de los siglos ha sufrido varias reformas, especialmente ampliaciones, y entre 1886 y en 1893 fue definitivamente restaurado bajo la dirección del obispo Morgades. En el exterior, el visitante tiene que fijarse en el campanario, los siete ábsides y especialmente el emblemático portalón, construido en el siglo XII y considerado uno de los monumentos románicos más importantes del mundo. Su iconografía trabajada minuciosamente sobre piedra narra pasajes de la Biblia como la historia de Caín y Abel, la entrega de las tablas de la ley de Yahvé a Moisés o el juicio de Salomón.

Aquí podrás encontrar toda la información sobre la visita al monasterio de Ripoll

Autor fotografía: Fogones de la Vall de Ribes

Para recuperar fuerzas después de esta visita a las raíces del románico, podréis comer en uno de los restaurantes de els Fogons de la Vall de Ribes, un colectivo que tiene el objetivo de buscar y divulgar los cimientos de la cocina tradicional pirenaica. El cliente puede prepararse para un descubrimiento degustativo a través del legado culinario del Ripollès.

Aquí podrás encontrar toda la información sobre els Fogons de la Vall de Ribes

Autor fotografía: FGC

Si lo que se busca es reposo y pasar unos días para descubrir con calma los secretos de esta tierra, el hotel gastronómico Els Caçadors de Ribes es una buena opción. La propuesta es seductora: alojarse en un espacio con encanto, en un pueblo pintoresco como Ribes de Freser y muy cerca del tren de cremallera de Vall de Nuria y de la estación de esquí de La Molina. Esta actividad se puede combinar con la ruta senderista por el camino viejo de Nuria a Queralbs, un trazado de siete kilómetros, con 800 metros de desnivel, que se hace en unas tres horas. Para llegar hasta Nuria se puede utilizar el tren de cremallera.

Infórmate de las actividades en Hotels de Ribes, camino viejo de Nuria a Queralbs y sobre el tren cremallera

Autor fotografía: Servicios Editoriales Georama

La artesanía ha llegado al grado de excelencia en Cal Xec, donde se elaboran desde 1870 de manera tradicional, longanizas, bulls, butifarras y muchos otros productos del cerdo de máxima calidad.

Para completar el día, se puede hacer una excursión en bicicleta por la vía verde Ruta del Hierro y del Carbón.

Autor fotografía: Miquel Parés

Autor fotografía portada: Cablepress

Contenido realizado con la información de la Agència Catalana de Turisme