Este año, la Fira de l'Avet d'Espinelves (Osona), que se celebra del 4 al 12 de diciembre, hace 40 años. Nació en 1981 cuando la Associació Jovent Club promovió la feria para recaudar fondos con el objetivo de potenciar actividades para la juventud del pueblo. Más tarde, el año 1986, se creó el  Patronat Municipal de la Fira de l'Avet, entidad que lo organiza hasta día de hoy. Muchos de los abetos que se venden provienen de bien cerca de Espinelves, de la subcomarca de Les Guilleries.

La feria sólo se ha dejado de celebrar un año, a causa de la covid-19, a lo largo de sus 40 años de historia. El acontecimiento, una cita obligada para miles de personas cada diciembre, este año celebrerà su 40.ª edición con sorpresas y atracciones para todas las edades. Y es que precisamente esta ha sido la clave del éxito de la feria, la capacidad de ofrecer año tras año una nueva experiencia al visitante. "Este año, por ejemplo, los niños encontrarán un taller de magia, un taller para decorar galletas, un taller para hacer leños, una parada para que los niños puedan montar en poni, una atracción de tiro con arco y juegos de pensar", explica Jordi Geli, miembro del Patronat Municipal de la Fira de l'Avet y paradista.

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Parada de abetos/ Jordi Geli

Jordi Geli, que ya hace 35 años que monta puesto|chiringuito, pone énfasis en el hecho de que la Fira de l'Avet d'Espinelves es mucho más que la compra-venta de abetos de Navidad. "Además de abetos, el visitante encontrará paradas de embutido, cocas, turrons, cagations y caganers", subraya. Se trata de una experiencia navideña idílica en un pueblo de insomnio que parece hecho expresamente para la ocasión. Además, Espinelves también es un punto de encuentro para todos aquellos amantes de las tradiciones y de los productos de toda la vida que no se encuentran en todas partes. "En la Feria encontrarán artesanos como sopladores, vidrieros, alpargateros, cesteros y esclopers", comenta. Y el polideportivo se convierte en una zona de catering.

En definitiva, es una cita imperdible para todos aquellos amantes de la Navidad, la gastronomía y las tradiciones. Y una gran opción para todos aquellos que tengan ganas de desconectar del trasiego rutinario, conociendo un pueblo encantador rodeado de naturaleza y tranquilidad.

Además de abetos, el visitante encontrará paradas de embutido, cocas, turrones, cagations y caganers

¿Ahora bien, hoy día la gente mantiene la costumbre de comprar abetos de Navidad? Pues bien, si tenéis alguna duda, la Feria del Abeto de Espinelves es la prueba fehaciente de que sí. En este sentido, sorpren la gran cantidad de abetos que se venden. "Esperamos vender 3.000 abetos este año", afirma con convencimiento Jordi Geli. Y es que, entre el 4 y el 12 de diciembre, se establecen casi 100 paradas en Espinelves y pasan a unas 80.000 personas durante los 9 días que dura para|por un pueblo de 200 habitantes. Sobre este punto, Hiele destaca que "si el pueblo fuera mayor, podría pasar más gente porque cada año hay gente que quiere entrar al pueblo y no puede porque está todo lleno".

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Visitantes de la Feria del Abeto/ Blog "Espinelves el pueblo"

Sobre el éxito de convocatoria de una feria que se ha tenido que reajustar a las medidas y las restricciones causadas por la covid-19, Hiele señala que desde la organización esperan que la asistencia sea notable, pero menor que otros años a causa de la pandemia. "Es muy probable que este año todo el mundo que venga pueda acceder a la villa", dice. El miembro de la organización también remarca que todas las actividades y paradas son al aire libre y que solo hay un reclamo situado en un espacio cerrado, se trata de una exposición artística al interior de la iglesia de Sant Vicenç d'Espinelves.

En Navidad, Espinelves abre sus puertas a los visitantes de par en par. Es prueba el hecho de que, además de una gran cantidad de paradas, el visitante podrá curiosear entre las viviendas que exponen en la calle todo tipo de cocas, turrones y embutidos. ¿Hay algo más casero? ¿Verdad que no?

El Abeto de Oro, un galardón de renombre

Cada año, la entidad organizadora de la feria, el Patronato Municipal de la Feria del Abeto otorga el Abeto de Oro a una personalidad o entidad que haya destacado en su tarea social. Han recibido este reconocimiento personalidades como el presidente Carles Puigdemont o la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell. La edición 2021 premiará a los Bomberos de Catalunya por su coraje y su valerosa tarea.

40 años, un antes y un después

Arran del 40.º aniversario de la Feria del Abeto de Espinelves, desde el Patronato Municipal de la Feria del Abeto, según apunta su miembro Jordi Geli, están trabajando con el fin de pedir la cruz de Sant Jordi. Sin duda, supondría un gran reconocimiento a la hazaña de un pueblo de 200 personas que cada Navidad consigue reunir millar y miles de personas atraídas por su encanto y sus abetos.

Espinelves, un pueblo cautivador

Espinelves es un pueblo románico situado en la comarca de Osona, pero pertenece a la demarcación de Girona. Se trata de un pequeño pueblo de 200 habitantes situado entre la zona del Montseny y Les Guilleries y entre el Coll de Ravell y el Coll de Buch. El pueblo está rodeado de bosques de encinas, robles, abetos y castaños donde, en otoño, se puede encontrar una gran variedad de setas.
 

pobleEspinelvesVista del pueblo de Espinelves/ 

Si el visitante da un paseo por las callejuelas de la villa, chocará con el patrimonio de mayor interés, la iglesia románica de Sant Vicenç de Espinelves, del siglo XI, y que tiene en su interior un portalón románico del mismo siglo. Para acabar de remacharlo, el término municipal es atravesado por la riera de Espinelves, donde se practica la pesca deportiva.

Finalmente, a las afueras se encuentra la arboleda de Masjoan, el conjunto de árboles monumentales mayor de Catalunya, algunos de los cuales superan los 40 metros de altura, y podemos encontrar el abeto más alto de Catalunya (43 metros). El nombre de la arboleda proviene de la antigua masía de Masjoan, del siglo XII.