Olvídate de quedarte en casa por ‘no saltarte la dieta‘, o por creer que no vas a poder comer sano. Hay muchas formas de conseguir que esa cita no rompa con tu organización y puedas compaginar una alimentación saludable con las salidas con los amigos.

Comer fuera de casa en ocasiones especiales no tiene que suponer un fracaso en tu dieta, siempre y cuando sepamos cómo tenemos que hacerlo.

Comer fuera
 

El lugar

Antes de salir de casa, observa, infórmate y escoge bien dónde vas a ir. El lugar nos va a condicionar el tipo de menú que escojamos. No va a ser lo mismo ir a un restaurante de comida rápida, a un asador, a un restaurante asiático o un buffet.

Tómate un snack

La importancia de tomar ‘snacks’ la debemos tener siempre presente, comamos dentro o fuera de casa. Es muy importante seguir un horario de comidas estructurado y así no pasar excesivo tiempo sin comer. Llegar a un restaurante con hambre se puede convertir en un importante hándicap, ya que hará que pensemos con el estómago, y no con la cabeza.

Elige bien

Escoge platos y comidas que sean simples y nutritivas, que no se alejen mucho de lo que tomarías en casa. Evita los platos con demasiados ingredientes, ya que seguro que han necesitado procesos de cocinado más complejos (y calóricos). Para el primer plato, escoge uno ligero y menos graso, como purés, verduras, o ensaladas, que te sacien. Para el segundo plato, una buena ración de proteína, cocinada a la plancha, asada o a la parrilla, con un acompañamiento saludable.

Restringe salsas, aliños, gratinados, salteados o empanados

Van a ser los que nos sumen calorías vacías a nuestro menú. Si quieres tomar salsa, por ejemplo, pide que te la sirven a parte, y, preferiblemente escoge aquellas que sean más saludables y menos grasas.

Comida basura

Evítala. No es nutritiva y no te va a saciar. Se dice que la comida basura nos alimenta porque nos da calorías, pero no nos nutre.

Agua vs alcohol

Empieza por unos vasos de agua. Demasiadas veces confundimos el hambre por la sed, y debemos aprender a escuchar nuestro cuerpo y distinguir cuando tenemos verdaderamente hambre o si solamente necesitamos hidratarnos. Por otro lado, no te excedas con el alcohol, son bebidas que aportan muchas calorías y que, sin darnos cuenta y sin ser conscientes de ello, van a sumar a la contra en nuestro menú.

Pan y postre

Evita matar el hambre con el pan antes que llegue el primer plato. No es un alimento prohibido, pero hazlo con moderación y, si puedes escoger, mejor integral o con semillas. Y lo mismo ocurre con el postre. Si vas a comerlo, elige opciones saludables como yogures caseros o fruta de temporada.

Porciones

Hay que saber entrenar la vista para medir visualmente las cantidades. Si seguimos una dieta y un orden estructurado, no vamos a necesitar enormes porciones cada vez que comamos. Si quieres probar algunos platos diferentes, o no tienes suficiente hambre como para comer dos, también existe la opción de compartir con los compañeros.

Come despacio

Mastica bien, disfruta cada bocado y no comas con ansiedad. Si puedes, come primero la proteína, para que te sientas antes saciado.

Mantén una vida activa

Por lo general, trata de llevar una vida activa y saludable. Come estructurado, elige bien los alimentos, hazte la lista de la compra, no vayas a comprar con hambre, no seas sedentario y practica ejercicio físico.

Comer fuera de casa en ocasiones especiales no tiene que suponer un fracaso en tu dieta, siempre y cuando sepamos cómo tenemos que hacerlo.