Existen estudios que han demostrado que partes de la retina pueden servir como biomarcadores para predecir la enfermedad del Alzheimer. Pero ahora, un equipo de expertos de la Unidad de Investigación de Desarrollo y Salud Multidisciplinaria de Dunedin en Otago ha estado investigando el potencial de la retina para indicar un cambio cognitivo más temprano en la vida y que pueda ser indicio de más enfermedades neurodegenerativas en la vejez.

La principal autora del estudio, publicado en la revista JAMA Ophthalmology, la Dra. Ashleigh Barrett-Young, indica que las enfermedades de la vejez, como el Alzheimer, generalmente se diagnostican cuando las personas comienzan a olvidar cosas o actúan de manera extraña. “A menudo, esto es cuando la enfermedad está bastante avanzada. La detección temprana es posible mediante resonancia magnética u otras imágenes cerebrales, pero esto es costoso y poco práctico para la mayoría”, asegura la investigadora.

En un futuro cercano, se espera que la Inteligencia Artificial pueda tomar una imagen de la retina de una persona y determinar si está en riesgo de padecer Alzheimer mucho antes de que comience a mostrar síntomas, y cuando exista la posibilidad de un tratamiento para mitigar los síntomas, explican los expertos.

Ojo blanco y negro

El estudio analizó datos de 865 participantes del Estudio Dunedin que observaron específicamente la capa de fibras nerviosas de la retina (RNFL) y la capa de células ganglionares (GCL) a los 45 años. Los expertos encontraron que una RNFL y GCL más gruesas en la mediana edad se asociaron con un mejor rendimiento cognitivo en la infancia y la edad adulta. La RNFL más delgada también se relacionó con una mayor disminución en la velocidad de procesamiento (la velocidad con la que una persona puede comprender y reaccionar ante la información que recibe) desde la niñez hasta la edad adulta.

“Estos hallazgos sugieren que la RNFL podría ser un indicador de la salud general del cerebro. Esto destaca el potencial de las exploraciones ópticas para ayudar en el diagnóstico del deterioro cognitivo”, afirman los expertos. “Dado que no hemos podido tratar el Alzhéimer avanzado y que la prevalencia mundial de la enfermedad está aumentando, poder identificar a las personas en la etapa preclínica, cuando aún podemos tener la oportunidad de intervenir, es realmente importante”.

Se requieren más estudios para determinar si el adelgazamiento de la retina predice la enfermedad de Alzheimer, o simplemente el deterioro cognitivo normal de la vejez, pero los investigadores tienen esperanzas al respecto.

“En el futuro, estos hallazgos podrían resultar en que la IA se utilice para realizar una tomografía de coherencia óptica típica, realizada por un optometrista, y combinarla con otros datos de salud para determinar su riesgo probable de desarrollar Alzheimer”, aseguran.