La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Su forma progresiva, llamada esteatohepatitis no alcohólica afecta aproximadamente al 30 % de todos los pacientes y puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. A pesar de muchos esfuerzos de investigación, todavía no se conocen los mecanismos subyacentes y no existe un tratamiento eficaz.

Sin embargo, una cosa que sí se sabe es que parece ser más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, especialmente entre las mujeres premenopáusicas. La evidencia científica sugiere que los estrógenos juegan un papel protector. Por otro lado, se sabe que la proteína formyl peptide receptor 2 (FPR2) desempeña un papel importante en la mediación de las respuestas inflamatorias en múltiples órganos. Sin embargo, ningún estudio hasta el momento ha determinado su papel en el hígado.

Un equipo de expertos de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur, ha realizado un estudio con ratones arrojando luz sobre el papel de la proteína FPR2 en el desarrollo de la enfermedad y su relación con las diferencias observadas basadas en el sexo. Ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature.

Hepatólogo

Los investigadores descubrieron por primera vez que la proteína se expresaba mayormente en hígados sanos de ratones hembra. Además, se expresó de manera diferente en los hígados de ratones machos y hembras alimentados con una dieta especial inductora del hígado graso. Silenciar el gen FPR2 hizo que los ratones machos y hembras fueran igualmente vulnerables a la enfermedad, lo que sugiere que el FPR2 tiene un efecto protector sobre el hígado.

Curiosamente, los investigadores también encontraron que la producción de FPR2 en el hígado está mediada por los estrógenos. Los machos suplementados con estrógeno externo produjeron más Fpr2 y fueron más resistentes a al hígado graso, mientras que las hembras a las que se les extirparon los ovarios mostraron niveles reducidos de Fpr2 en el hígado. “Tomados en conjunto, nuestros hallazgos sugieren que FPR2 es un objetivo terapéutico potencial para desarrollar agentes farmacológicos para tratar la enfermedad”, aseguran los expertos.

Con suerte, este descubrimiento sin precedentes de la producción femenina específica de FPR2 en el hígado y su papel en la provisión de resistencia contra la enfermedad allanará el camino no solo para tratamientos novedosos, sino también para un enfoque más integral y consciente del sexo al hacer ciencia. En este sentido, los expertos subrayan que la investigación muestra la necesidad de diseñar y desarrollar mejores experimentos con animales con equilibrio sexual, teniendo en cuenta que la expresión específica del sexo de FPR2 en el hígado se había pasado por alto por completo en estudios anteriores.