A punto de comenzar el tercer año de pandemia, todavía existen muchas incertidumbres acerca del virus que causa la enfermedad de la covid-19. Los expertos no dejan de estudiar las mutaciones que se producen y que están provocando, entre otras cosas, el alargamiento de la crisis sanitaria y la menor respuesta de las vacunas. Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ha descubierto una información clave sobre las variantes alfa y ómicron que puede resultar muy útil para comprender lo que está sucediendo ahora.

La variante alfa, que surgió a fines de 2020 principalmente en el Reino Unido, al parecer es muy similar a la ómicron que predomina ahora. Sin embargo, no se parecen a las que siguieron a alfa, como delta, por lo que la actual parece ser un paso atrás en la evolución del virus, tal y como señalan los expertos.

Los científicos han descubierto una mutación importante en una región clave de las proteínas en forma de pico que recubren el virus, concretamente en un lugar que se llama escisión de furina. Se cree que este sitio es de donde proviene gran parte de la peligrosidad del virus. Pero si bien alfa tenía una mutación notable en esta región, dicha mutación tuvo poco efecto sobre la capacidad para infectar células y causar enfermedades. Ómicron comparte esa misma mutación de la escisión de furina, lo que parece explicar por qué se propaga tan fácilmente, pero parece causar una enfermedad menos grave.

Hombre virus

Es importante recordar que alfa fue la primera mutación importante del virus SARS-CoV-2 que se produjo en la región de la escisión de la furina. Sin embargo, este cambio no marcó una gran diferencia en el impacto de la variante como enfermedad. Se necesitó la llegada de la variante delta, que presentaba una mutación diferente en ese mismo sitio, para convertir el virus en más letal.

“Ómicron volvió al punto de partida”, señalan los expertos. “Mutó al mismo cambio genético en la región de escisión de furina que tenía alfa. Es decir, dio un gran paso atrás en su trayectoria evolutiva”. Esta mutación que ambas comparten es evidente en la capacidad de la variante para provocar una fusión de célula a célula, un signo revelador que se usa para determinar la capacidad del virus para causar virulencia en su huésped.

Pero si la región de escisión de furina de alfa y amicron eran esencialmente la misma, entonces ¿por qué Alfa ha sido una variante más letal que ómicron? Los expertos creen que la respuesta está en otro lugar de la composición genética de estas variantes, que esperan desentrañar.

El virus evoluciona, pero como sociedad, tenemos la capacidad de guiarlo en una dirección u otra mediante el uso de políticas de salud pública inteligentes”, aseguran los expertos.