La psiconutrición es una disciplina que te ayuda a mejorar tu relación con la comida mediante un enfoque interdisciplinar de dietista-nutricionista y psicólog@, con comunicación entre ambos, tiene como objetivo alcanzar un equilibrio entre tus metas físicas y tu salud emocional. Te ayuda a mejorar tu relación con la comida y contigo mism@ combinando los recursos que ofrecen la educación alimentaria y la psicología. Es un enfoque novedoso e interdisciplinar con el que alcanzar objetivos a medio y largo plazo consiguiendo mantenerse en el tiempo. Requiere constancia, fijar objetivos alcanzables y muchas ganas de cambiar para sentirte mejor

Esta disciplina pretende reeducar tus conductas a la hora de comer, para llegar a una alimentación saludable, equilibrada y flexible, mucho más intuitiva. Tener hambre emocional puede ser positivo y hacerte sentir bien y tranquil@ en el momento, aunque sea un consuelo temporal. Si este hábito se repite en el tiempo, es frecuente que después nos acaba asaltando la culpa y el arrepentimiento. Además de que nuestro problema emocional sigue estando ahí, ya que solo lo hemos consolado temporalmente.

Comer causa placer a nuestro cerebro y cuesta identificar qué motivaciones nos llevan a comer

Comer causa placer a nuestro cerebro y cuesta identificar qué motivaciones nos llevan a comer. Te planteo lo siguiente: cuando sientes la necesidad de comer descontroladamente, ¿te has planteado que sea para “huir” de emociones que no te gustan/no sabes gestionar o no sabes ni que existen? Es algo parecido a un mecanismo de “defensa” para sentirnos bien momentáneamente y evadirnos de la situación incómoda. 

Comer
Comer

Otra situación que genera mayor hambre emocional son las dietas restrictivas y sus normas: “esto es bueno y esto malo”, “esto es permitido y esto está prohibido”, “esto engorda y esto adelgaza”. Las personas que han estado “toda su vida a dieta” son más propens@s al hambre y comer emocional, por las numerosas restricciones a las que han estado sometid@s durante mucho tiempo.

Lo más prohibido, es lo que más nos apetece comer en situaciones de estrés, cansancio o ansiedad. Y una vez que empiezas a comer, sientes mucho descontrol. Después de comer, aparece la culpa por haber comido un alimento concreto y en determinada cantidad. Nos encontramos entonces en un círculo vicioso del que cuesta salir sin ayuda. La psiconutrición dispone de las herramientas adecuadas para abordar los sentimientos relacionados con el hambre emocional y mejorar tu relación con la comida. El psicólog@ y el Dietista-Nutricionista trabajan conjuntamente en todo momento para que reconectes con tus emociones y a la vez, modifiques tus hábitos alimenticios.