De forma frecuente podemos escuchar que hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo. No somos nadie para decir lo mucho o poco de cierto que hay en ella, pero esta frase es un fiel reflejo de la importancia del desayuno. La relevancia de esta comida ha sido sustentada a lo largo de los años en diversos estudios científicos y por parte de muchos expertos, con lo que tomarla seriamente es algo importante para nuestro organismo.

Uno de estos estudios, publicado en The FASEB Journal en 2012, encontró que un desayuno con la suficiente cantidad de proteínas mejora el control del apetito, así como la saciedad, y reduce el consumo de pasabocas y comida de paquete que es poco saludable.

Motivos muy variados para desayunar

Otro trabajo publicado en la misma revista científica y dirigido por Amy Durn encontró que quienes desayunan con regularidad aumentan el metabolismo energético e incrementan la quema de grasa corporal. Por último, un tercer estudio, publicado en el Epidemiology Journal, mostró que quienes tienen el hábito de saltarse el desayuno incrementan el riesgo de padecer diabetes tipo II.

Por todo ello, hemos querido recopilar algunas de las razones por las que es más que recomendable desayunar, en concreto estas 8 debemos tenerlas en cuenta:

desayuno

El desayuno, una comida muy importante


1. Ayuda a controlar y bajar de peso: está demostrado que las personas que desayunan tienen un menor Índice de Masa Corporal (IMC), una medida para saber el peso adecuado para la estatura que se tiene.

2. Acelera el Metabolismo: cuando se desayuna el metabolismo da una señal al organismo para que no acumule grasa y en cambio gaste los excesos de grasa corporal.

3. Mejora el rendimiento intelectual: consumir un desayuno balanceado suministra los nutrientes y la energía necesaria para llevar a cabo los procesos metabólicos y neuronales que facilitan una mejor atención y concentración.

4. Mantiene o incrementa la masa muscular: cuando la persona se salta esta comida el organismo satisface las necesidades energéticas con el autoconsumo de la masa muscular, con lo que perdemos musculatura.

5. Ayuda a consumir menos calorías el resto del día: al quedar muy satisfecho en la mañana, el individuo tiene menos hambre y menos riesgo de consumir alimentos altos en calorías y de bajo aporte nutricional.

6. Mejora el rendimiento físico: cuando se desayuna se tiene la energía necesaria para todas las actividades de la mañana.

7. Mejora la salud de los dientes: la falta de desayuno se asocia con la aparición de caries dental.

8. Previene la hipoglicemia: al desayunar se mantienen estables los niveles de azúcar en la sangre y con esto se evita una baja en los mismos. Cuando no se hace se podrían producir síntomas tales como mareos, debilidad o desmayos, entre otros.