Dormir bien es esencial para mantener una buena salud física y mental. El ejercicio regular no solo es beneficioso para nuestra forma física y bienestar general, sino que también tiene un impacto significativo en la calidad de nuestro sueño. Aunque muchos ya intuyen que el ejercicio mejora el sueño, la ciencia detrás de esta relación es compleja y profundamente entrelazada con varios procesos fisiológicos y psicológicos. Este artículo explorará por qué dormimos mejor cuando hacemos deporte, destacando los mecanismos subyacentes que juegan un papel crucial en esta conexión beneficiosa.

dormir
La práctica de deporte reduce el estrés y la ansiedad/ Foto: Unsplash

 

Ya sea a través de la regulación del ritmo circadiano, la reducción del estrés y la ansiedad, la mejora de la calidad del sueño, la regulación de la temperatura corporal o la reducción de los trastornos del sueño, el deporte ofrece una solución natural y efectiva para mejorar nuestros patrones de sueño

 

1. Regulación del ritmo circadiano

El ritmo circadiano, también conocido como nuestro reloj biológico, juega un papel vital en la regulación de los ciclos de sueño-vigilia. La exposición a la luz natural durante las actividades al aire libre y el ejercicio ayuda a reforzar nuestro ciclo natural de sueño y vigilia, promoviendo un sueño más profundo y reparador. El ejercicio, especialmente cuando se realiza por la mañana o por la tarde, puede ayudar a sincronizar mejor nuestro reloj interno, mejorando la consistencia y la calidad del sueño.

 

2. Reducción del estrés y la ansiedad

Una de las razones más inmediatas por las que el ejercicio mejora el sueño es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. La actividad física incrementa la producción de neurotransmisores que promueven el bienestar, como la serotonina y la dopamina, mientras reduce los niveles de hormonas del estrés como el cortisol. Este efecto calmante puede hacer más fácil desconectar y conciliar el sueño, además de promover un sueño más tranquilo y sin interrupciones.

 

3. Mejora de la calidad del sueño

El ejercicio no solo ayuda a conciliar el sueño más rápidamente, sino que también mejora la calidad del mismo. Las personas que hacen ejercicio regularmente tienden a pasar más tiempo en las fases profundas del sueño, que es cuando el cuerpo realiza la mayoría de sus procesos de reparación y recuperación. Esto no solo mejora la sensación de descanso al despertar sino que también contribuye a la reparación muscular, la regulación hormonal, y el fortalecimiento del sistema inmunológico.

 

4. Regulación de la temperatura corporal

El ejercicio incrementa la temperatura corporal y, horas después de haber terminado de hacer deporte, esta disminuye, facilitando la señalización al cuerpo de que es hora de dormir. Esta caída natural de la temperatura corporal puede ayudar a inducir el sueño más rápidamente y a mantener un sueño ininterrumpido durante la noche.

 

5. Reducción de problemas de sueño

Para aquellos que sufren de insomnio u otros trastornos del sueño, el ejercicio puede ser una estrategia eficaz para mitigar estos problemas. La actividad física regular ha demostrado ser un remedio efectivo contra el insomnio, ayudando a las personas a conciliar el sueño más fácilmente y a disminuir la dependencia de medicamentos para dormir.

 

Conclusión

La evidencia es clara: incorporar una rutina de ejercicio regular no solo es bueno para el corazón, los músculos, y la mente, sino que también es crucial para obtener un sueño reparador. Ya sea a través de la regulación del ritmo circadiano, la reducción del estrés y la ansiedad, la mejora de la calidad del sueño, la regulación de la temperatura corporal o la reducción de los trastornos del sueño, el deporte ofrece una solución natural y efectiva para mejorar nuestros patrones de sueño. Por lo tanto, para aquellos que buscan mejorar su sueño, integrar el ejercicio en la rutina diaria podría ser un excelente punto de partida.