Beber más alcohol de lo recomendado aumenta el riesgo de padecer enfermedades tales como el alcoholismo, la hipertensión arterial, la obesidad, el accidente cerebrovascular, el cáncer de mama, el suicidio y los accidentes de tráfico o domésticos.

Además, no es posible predecir en qué personas el alcoholismo se convertirá en un problema. Teniendo en cuenta estos y otros riesgos, la American Heart Association o AHA (Asociación Americana del Corazón) advierte a la población que no empiece a beber... si es que aún no consumen alcohol. Consulta en cualquier caso a tu médico sobre los beneficios y riesgos de consumir alcohol con moderación.

Muchos estudios para ver los efectos del alcohol en el organismo

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El alcohol, en el punto de mira

¿Cuáles son los riesgos cardiovasculares asociados al consumo de alcohol?

  • Beber demasiado alcohol puede elevar los niveles de algunas grasas en la sangre, como es el caso de los triglicéridos.
  • También puede conducir a la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y a las derivadas de un aumento de la ingesta de calorías: obesidad y un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
  • El consumo excesivo de alcohol y la bebida compulsiva puede conducir a un derrame cerebral. Otros problemas graves incluyen el síndrome de alcoholismo fetal, la miocardiopatía, las arritmias cardiacas y la muerte súbita cardiaca.

¿Qué relación existe entre el vino tinto y las enfermedades cardiacas?

Durante las últimas décadas, se han publicado diversos estudios en prestigiosas revistas científicas sobre cómo el consumo de alcohol puede estar asociado con una menor mortalidad por enfermedades del corazón en algunas poblaciones.

Algunos investigadores han sugerido que el beneficio puede ser debido al vino, especialmente el vino tinto. Otros están estudiando los beneficios potenciales de los componentes en el vino tinto, como los flavonoides y otros antioxidantes en la reducción del riesgo de enfermedades del corazón. Algunos de estos componentes se pueden encontrar en otros alimentos como las uvas o zumo de uva roja. La vinculación encontrada en muchos de estos estudios puede deberse a otros factores relacionados con el estilo de vida en lugar de al consumo de alcohol. Tales factores pueden ser la dieta rica en frutas y verduras, e inferior en grasas saturadas y la actividad física.

¿Los potenciales beneficios se deben al vino o a otras bebidas alcohólicas?

Actualmente, se están realizando investigaciones para averiguar cuáles son los beneficios aparentes de beber vino o alcohol en algunas poblaciones. Estas pueden deberse al papel de los antioxidantes, a un aumento en el colesterol HDL ("bueno") o a propiedades anticoagulantes. Los ensayos clínicos de otros antioxidantes, como la vitamina E, no han mostrado ningún efecto cardioprotector.

Además, incluso si únicamente fueran de protección antioxidante, éstos se pueden obtener de muchas frutas y verduras, incluyendo el zumo o néctar de uva roja.