Los cuatro nuevos radares de tramo instalados en varios túneles de Barcelona empezarán a sancionar a partir de este viernes, 2 de septiembre, una vez finalizado el periodo de avisos durante el cual han estado funcionando sin multar. Según ha informado el ayuntamiento de Barcelona, los radares, que fueron instalados en mayo, a partir de este viernes ya empezarán a multar a aquellas personas que se salten la normativa, en una medida que tiene como objetivo reducir la siniestralidad en la capital catalana, garantizando el cumplimiento de los límites de velocidad. Este septiembre también se activarán diecisiete nuevos radares de punto, la mayoría en entornos escolares.

Los radares de punto o clásicos controlan la velocidad en un punto mientras que el radar de tramo incorpora una tecnología de cámaras y lectura de matrículas que permite calcular la velocidad media a la cual ha circulado un vehículo en todo el ámbito que se controla, identificando aquellos vehículos que superan el límite de velocidad de manera continuada. Así, a partir de este viernes, los cuatro nuevos radares de tramo situados en el túnel de la Rovira, en el túnel de Badal, en la Ronda Litoral (Moll de la Fusta) y en el túnel de las Glòries, iniciarán la fase de sanciones. Su activación llega después de un periodo previo durante los cuales los cuatro aparatos han estado enviando avisos a los conductores, recordando la obligatoriedad de cumplir con el límite de velocidad.

Los nuevos radares de tramo están instalados en las siguientes ubicaciones:

Túnel de la Rovira: cubre el tramo comprendido entre la plaza de Alfons el Savi hasta la rambla del Carmel, en ambos sentidos. Velocidad máxima permitida 60km/h.

Túnel de Badal: comprende el tramo entre la plaza Cerdà y la avenida Diagonal, en ambos sentidos. Velocidad máxima permitida 60 km/h.

Ronda Litoral: cubre el tramo del ámbito de los tres túneles de Colom, Moll de la Fusta y Pla de Palau, en ambos sentidos. Velocidad máxima permitida 60 km/h.

Túnel de les Glòries: comprende todo el túnel en ambos sentidos. Velocidad máxima permitida 50 km/h.

Asimismo, el radar de tramo permite estudiar los movimientos y los flujos circulatorios y obtener datos para posteriores análisis en el ámbito de la movilidad; también evita el efecto frenada-acelerada que a menudo se produce ante la instalación de un puesto de control de velocidad fijo. Con esta tecnología el conductor tiene la posibilidad de corregir a lo largo del tramo un exceso de velocidad puntual. La utilización del radar de tramo se está convirtiendo en una tecnología habitual por los buenos resultados que ofrece. Esta tecnología no es nueva en la ciudad, dado que Barcelona cuenta desde el año 2016 con un radar de tramo en la Ronda de Dalt, en el ámbito comprendido entre Karl Marx y el Nus de la Trinitat, que ha permitido aumentar significativamente el respeto al límite de velocidad en este ámbito.