“Mantenemos la decisión de no incorporar, en este caso, un plafón adicional en el tramo de vía de la calle Girona, entendiendo que la intervención ya realizada cumple la función de poner en valor este legado, y que su visibilidad en el trazado urbano es la mejor prueba”. Con estas palabras, la teniente de alcaldía de Drets Socials, Educació i Cicles de Vida, Maria Eugènia Gay, ha descartado, nuevamente, la instalación de algún tipo de placa, plafón o atril informativo que permita contextualizar el tramo de vías de tranvía preservado en la calle Girona en el marco de la reurbanización de esta calle del Eixample con la configuración del eje verde, en el transcurso de las cuales afloraron varios tramos de vías del tranvía métrico que circulaba por esta misma calle.

Gay ha rechazado la instalación en una carta de respuesta, a la que ha tenido acceso ElNacional.cat, a la que en su momento envió el actual presidente de la Associació Coordinadora Pro Museu Transport Barcelona, Ferran Armengol Ferrer, donde se reclamaba la instalación de algún tipo de información contextualizadora y se revelaba, además, que con el anterior gobierno municipal, y una vez decidida la preservación de las vías, ya se había empezado a trabajar en la instalación de textos que dieran información adicional para contextualizarlas, ya que se le habían encargado al mismo Armengol la confección de estos textos. Una operación que quedó parada una vez se cambió el gobierno municipal, con Jaume Collboni como nuevo alcalde de Barcelona.

En la carta de respuesta, datada este lunes, cinco de mayo, Gay defiende que en el marco de las obras de reurbanización de la calle Girona, el Ayuntamiento de Barcelona “tomó la decisión consciente y planificada de preservar físicamente un tramo de 45 metros de las antiguas vías del tranvía, así como los adoquines de granito originales, integrándolos en el diseño del nuevo Eje Verde”, añadiendo que no respondía a un “gesto estético o nostálgico, sino a la voluntad explícita de incorporar elementos de memoria urbana dentro de un modelo de ciudad más habitable, sostenible y culturalmente consciente”. Sin embargo, la teniente de alcaldía descarta la instalación de placas en nombre de un “criterio de planificación global que busca preservar la coherencia visual y conceptual del espacio público, evitando la fragmentación del paisaje urbano con una proliferación de señalizaciones que, con el paso del tiempo, podrían diluir el impacto de los elementos patrimoniales y dificultar una lectura clara y significativa”.

Eso sí, en esta carta de respuesta, la segunda teniente de alcaldía apunta que “la decisión de no incorporar una placa o plafón explicativo adicional no implica ninguna negación del valor histórico de este elemento” y apunta que desde el Ayuntamiento quedan “abiertos a estudiar propuestas de colaboración que permitan hacer valer, desde otros formatos y canales, el papel central que el transporte público ha tenido en la historia social y política de Barcelona”.