Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ya trabaja para resolver una carencia tecnológica de sus máquinas expendedoras, la ausencia de la posibilidad de pagar vía 'contactless', sea con tarjetas bancarias o con dispositivos móviles. De hecho, desde la adaptación a la T-Mobilitat, era un contrasentido que las mismas máquinas que expiden títulos de transporte con tecnología 'contactless', no admitan el pago con este mismo sistema y obligaran al usuario a insertar la tarjeta bancaria por la ranura correspondiente para pagar. De hecho, hasta ahora solo se podía comprar billetes sencillos vía tarjeta bancaria con 'contactless' en los autobuses, desde que se eliminó la posibilidad de hacer pago en metálico.

Esta situación, sin embargo, ya está en vías de solución, una vez TMB ha encargado a una consultoría la redacción de las bases de un concurso para diseñar e instalar nuevas expendedoras que admitan el pago con tecnología sin contacto y, además, puedan leer códigos QR y de barras. Según adelanta 'Betevé', TMB prevé renovar todo el parque de máquinas automáticas para mejorar el servicio y modernizar las infraestructuras, y lo quiere hacer con un diseño de máquinas modular con el fin de facilitar el mantenimiento, el desmontaje y la sustitución de elementos estropeados. Otro de los requisitos es que las máquinas tengan una durabilidad de al menos 10 años. Siempre según el medio citado, ahora se abre un plazo de cinco meses para definir las bases del concurso público en el que se tienen que acabar de concretar como serán todos los detalles de las máquinas.

Hay que tener en cuenta que desde el pasado 28 de noviembre y con una adaptación que tuvo lugar durante el pasado mes de diciembre, las expendedoras de TMB ya solo suministran abonos en formato T-Mobilitat de cartón y sin necesidad de contacto, de manera que el formato tradicional que hay que validar para acceder al transporte público ha quedado de momento, limitado a títulos como el billete individual y la tarjeta T-4. Esta conversión, aunque creó cierta confusión los primeros días, finalmente ha supuesto que la inmensa mayoría de usuarios utiliza formados 'contactless' para acceder a la red de Metro y bus de TMB, así como a los FGC.

Con todo, persiste el contrasentido de que después del esfuerzo tecnológico de adaptación al sistema 'contactless' para acceder al transporte público -y cuando este sistema ya se ha hecho omnipresente por todas partes, desde comercios hasta cajeros bancarios-, las máquinas expendedoras no aceptaran este tipo de pago. Así, los usuarios que utilizan habitualmente el dispositivo móvil para hacer pagos con tarjeta se ven en la obligación de utilizar igualmente la tarjeta física cuando tienen que comprar un abono o billete para el transporte público. Un despropósito que ya está envías de resolución.