La creación de ejes verdes en cuatro calles del Eixample es uno de los proyectos estrella del Modelo Superilla Barcelona y, según los planes del Ayuntamiento de Barcelona, la reurbanización tendrá que empezar el próximo mes de junio. El proyecto no ha estado exento de críticas, en especial por el hecho que la pacificación de cuatro calles: Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell, puede comportar más congestión de tráfico y, por lo tanto, más contaminación en las calles adyacentes. Además, la tramitación de todo el proyecto ofrece algunas lagunas, que son las que han servido a la plataforma Salvem Barcelona para presentar denuncia davant la fiscalía.

Según ha adelantado 'La Vanguardia', la asociación ha interpuesto la denuncia porque considera que el gobierno municipal podría haber cometido un delito contra la ordenación del territorio por la manera como se han tramitado, aprobado y licitado las obras para convertir calles del Eixample en ejes verdes. Siempre según el mencionado medio, los demandantes piden al ministerio fiscal que lleve a cabo con carácter urgente las actuaciones e investigaciones pertinentes para evitar el inicio de las obras, previsto para el mes de junio, y apuntan que el proyecto de las superilles se ha puesto en marcha sin tener la que consideran preceptiva revisión del Plan General Metropolitano (PGM).

Proyecto estrella en el Eixample

De hecho, los primeros cuatro ejes del Eixample son el proyecto estrella de Colau en el distrito del Eixample y supondrán, si se llevan a cabo, la consolidación de las calles pacificadas con actuaciones de urbanismo táctico durante la pandemia con la excusa de ganar más espacio a la ciudadanía. La intención del consistorio es empezar a trabajar en el mes de junio, con una duración prevista de ocho meses, de manera que la transformación entera estaría terminada a principios del 2023. De hecho, será una más de las obras que tendrán plazos de finalización poco antes de las elecciones municipales previstas en mayo del 2023, como la anunciada reforma de la Via Laietana, cuya primera fase tendría que estar terminada hacia abril del 2023.

Aparte de esta denuncia en la fiscalía, el proyecto ha sido duramente criticado por entidades como el RACC y Foment del Treball advirtiendo de los peligros para la economía de que comportará 'supermanzanizar' el distrito con más paso de vehículos. De hecho, según datos del mismo Ayuntamiento de Barcelona, en la actualidad pasan por el Eixample unos 350.000 coches cada día, pero el destierro de los vehículos privados de las calles que serán reconvertidas en ejes verdes no es una consecuencia colateral de la aplicación del controvertido Modelo Superilla sino uno de sus objetivos principales.